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Carmelo conoce la fórmula del ascenso

Foto: Real Oviedo

El Hércules, carente estos años de una estructura deportiva consolidada, necesita a Carmelo para intentar la huida del foso de la Segunda B. Y Carmelo necesita al Hércules para curarse la herida gallega e impulsar a un club histórico tal y como hizo en Oviedo hace un lustro.

29/07/2020 - 

OVIEDO. Carmelo del Pozo significa ambición, persuasión y decisión. Su personalidad, siempre contundente, no genera demasiadas simpatías en los entornos del fútbol. Se puede decir que no le preocupa caer bien o mal. Su profesión sólo depende de que el balón entre. Conoce las claves de su trabajo, los intereses ajenos y la imposibilidad de controlar las opiniones foráneas. Tiene las ideas claras. Ejecuta con decisión. No duda. Sabe lo que quiere y los mecanismos para conseguirlo.

El exdirector deportivo del Real Oviedo y el Deportivo conoce todas las vertientes del mundo de la pelota. En la distancia larga, puede generar cierta sensación de frialdad. Sin embargo, en el trato cercano, surge un gran conversador y un comunicador muy eficiente. Hacia el exterior, Carmelo puede no caer demasiado bien, pero, como muestra su trayectoria, sabe hacer plantillas que suelen tener éxito.

En Asturias dio la sensación de que conocía la fórmula del ascenso desde el primer día del proyecto 2014/2015. Contó con un respaldo económico muy relevante, pero suyo fue el acierto en la elección de la plantilla. Se marcó objetivos muy claros, como si supiera de antemano todo lo necesario para construir un equipo ascensor. Los futbolistas incorporados destacaron su poder de persuasión para convencerles. Por supuesto que tuvo influencia el componente económico, pero fue necesario otro tipo de gestiones para atraer a una serie de profesionales con posibilidades de jugar en Primera y Segunda División. Esteban, Linares, Jonathan Vila, Generelo, Jon Erice, Susaeta, Héctor Font. Fueron muchos nombres con cartel los que llegaron a Oviedo para ascender.

Del Pozo tiene esa mordiente que precisa el negociador del fútbol. Sabe enseñar el colmillo cuando la situación se tensa, cuando fajarse con directivos y representantes se convierte en una forma de vida. Desconozco la intrahistoria de La Coruña, donde recibió la crítica más virulenta de su carrera. Tan cierto es el nefasto segundo año como que solo un gol le apartó del ascenso a Primera pocos meses antes. Seguramente, no fue el único culpable. En el fútbol se suele señalar un único culpable, porque hacer una reflexión más general conlleva un reconocimiento mayor de responsabilidades del que se prefiere prescindir. Estoy convencido de que a Carmelo el sufrimiento le habrá servido de aprendizaje.

En Valencia, con su gran ayuda, emergió desde la Segunda División un Levante consolidado ahora entre los mejores clubes de LaLiga. Antes, en Oviedo también rozó la Primera División con un gran salto desde el fútbol no profesional, tras trece años sufriendo en Segunda B y Tercera.

En Oviedo vivió más hacia dentro que hacia fuera. La organización del club ovetense le deparaba un papel con no demasiada exposición pública. La relación con el máximo accionista, Arturo Elías (yerno de Carlos Slim), dependía más de otras instancias del club. Carmelo del Pozo no contaba con todo el poder deportivo -no eligió al entrenador del ascenso-, pero sí fue ganando peso, influencia y capacidad de elección. Su proceder despertó alguna contestación interna. Un enfrentamiento personal con un referente del vestuario, con dosis de oscurantismo y la consiguiente rumorología, fue alimentando una opinión pública contraria a su gestión, a pesar de que los resultados nunca fueron negativos, máxime en un club recién instalado en el fútbol de plata. Cuando las cosas se torcieron, el Oviedo entregó su cabeza.

Carmelo conoce la fórmula del ascenso. Quizá sólo esta oferta del Hércules le habría hecho volver a Segunda B. Conoce la casa y el entorno. Dentro de la incertidumbre que conlleva el fútbol, pisará terreno conocido. Querrá asumir galones en forma de toda la responsabilidad que necesita una dirección deportiva fuerte. No querrá dar un paso en falso. El Hércules, carente estos años de una estructura deportiva consolidada, necesita a Carmelo para intentar la huida del foso de la Segunda B. Y Carmelo necesita al Hércules para curarse la herida gallega e impulsar a un club histórico tal y como hizo en Oviedo hace un lustro.

Foto: Real Oviedo

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