La alcaldesa Ana Sala, en una reunión den 2014 con empresarios cuando se aplicó el ZAS.CALP. El Ayuntamiento de Calp hará una revisión de la declaración de Zona Acústicamente Saturada (ZAS) de la calle Castellón de la población. Se trata de una vía que cuenta con locales de ocio nocturno y también otros dedicados a la hostelería. El ZAS llegó en 2014 cuando las quejas vecinales y el propio Ayuntamiento vieron que el asunto se estaba yendo de las manos.
Desde entonces el ZAS ha estado vigente, aunque se han hecho mediciones que han corroborado la necesidad de mantener la medida para compatibilizar el derecho de los negocios a su actividad y el de los residentes al descanso. Pero ahora, el consistorio quiere hacer una revisión para ver si las cosas han mejorado y, en ese caso, no se descarta levantar esta restricción, como han apuntado fuentes del Ayuntamiento de Calp.
El consistorio ha sacado a concurso un contrato por unos 6.000 euros, con IVA incluido, para que una empresa haga un estudio y determinar en qué situación se encuentra esta concurrida vía, casi una década después. Esta decisión, que implica a varios departamentos, se ha tomado para ver si ha habido cambios y han recordado que el ZAS se aplicó “porque ya no había más remedio”.
En estos momentos está a punto de acabar el plazo para que las empresas que quieran realizar estos trabajos presenten sus ofertas, por lo que si todo va bien las mediciones se harían este mismo verano, al tratarse del periodo de más afluencia de turistas y de visitantes que tiene la localidad de la Marina Alta.
Fuentes municipales han indicado que los parámetros están claros. “Si sigue incumpliendo el nivel de ruido permitido, esta calle seguirá tipificada como ZAS y nada cambiará. En caso de que haya bajado el nivel de decibelios y esté en los márgenes normales se retirará la restricción”, han indicado.
Si se da este segundo caso, Calp informará al departamento correspondiente del Consell para que se retire el ZAS, siempre aportando los informes realizados por la empresa que se quede la contrata y haga las mediciones que determina la normativa.
De hecho no se trata de una tarea fácil. El nivel de decibelios permitido en cualquier zona no puede rebasar los 45, pero para que un espacio sea determinado como ZAS tienen que cumplirse varios factores. El primero y más importante es que cuando se hagan las mediciones se determine que los decibelios llegan a los 65, es decir, 20 más de lo permitido.
Esta situación tiene que repetirse en el tiempo. La medición se realiza durante una hora una vez por semana y durante tres semanas consecutivas. Si bajo eso parámetros se sigue superando el nivel de 65 decibelios la calle Castellón seguirá siendo ZAS, con la restricción de horarios y terrazas que esto supone.
Si por contra, el ruido ha bajado, el Ayuntamiento iniciará los trámites para informar a Conselleria y solicitar la retirada del ZAS y devolver así a estos locales los horarios que figuran en sus licencias y permitir que puedan desarrollar una actividad conforme a sus negocios, han finalizado desde el consistorio.
