Agentes de Policía Local, en labores de vigilancia en el entorno de la calle Castaños de Alicante.ALICANTE. Más coordinación policial para evitar problemas de ruido. Esa es, por ahora, la solución a la que sigue aferrándose el equipo de gobierno de Alicante el bipartito formado por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), como fórmula que favorezca la conciliación de los intereses de la hostelería y el derecho al descanso de los vecinos del Centro Tradicional y del Casco Antiguo.
Así lo ha defendido este martes el portavoz del bipartito, Antonio Manresa, en la comparecencia semanal en la que se da cuenta de los acuerdos alcanzados en Junta Local, al señalar que en el mes de noviembre se activó un protocolo de coordinación entre Policía Local y Policía Nacional, en una reunión que contó con la participación de los vecinos, con el fin de "paliar ese problema".
Así, ha explicado que "todos los jueves" se activa un plan de vigilancia "para reducir al mínimo esas incidencias" que, sin embargo, han vuelto a motivar la queja de los residentes del Casco Antiguo hasta el punto de sostener que los problemas se han cronificado también entre semana, como ha informado este diario.
Sea como fuere, Manresa ha señalado que "en algunos momentos, esa labor de vigilancia ha permitido que se levantasen más de 200 actas y que se produjesen detenciones", por lo que ha insistido en que se seguirá insistiendo en el desarrollo de ese protocolo con la colaboración de la Policía Nacional "puesto que es la que ejerce las competencias que no puede asumir la Policía Local". Además, ha señalado que, en el desarrollo de ese encuentro con los vecinos, "se les facilitó un teléfono de contacto directo con la Policía" para que informasen sobre cualquier tipo de incidencia.
No obstante, Manresa no ha llegado a precisar si el bipartito pretende avanzar en la modificación de la ordenanza del ruido comprometida desde el año 2018 o si se prevé adoptar otro tipo de medida que permita atajar las molestias generadas por el ruido.
