Benidorm recepciona las obras de la Comunidad Europea que adjudicó a Ortiz hace 16 años

BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm ha recepcionado ahora las obras de la avenida Comunidad Europea, el acceso de la ciudad por la zona de Levante. Lo hace después de que se adjudicara en 2002 la urbanización de la misma a la empresa Terra Village Land, de los conocidos empresarios Enrique Ortiz y Enrique Ballester. Se trata de la avenida que enlaza la entrada de Benidorm con la Estación de Autobuses, también obra de Ortiz.

Tal y como explicó la concejal de Urbanismo, Lourdes Caselles, lo hace en su calidad de agente urbanizador del Plan Parcial PP3/1 "Zona Industrial de Benidorm" de fecha 17/09/2002 y 31/07/2015, como así también indica la documentación a la que ha tenido acceso este diario. La avenida tendría que haber terminado en 2009.

La empresa tenía que finalizar la urbanización del vial, que incluía el mobiliario urbano así como la jardinería. No obstante, lo que más habría dilatado el proceso es la búsqueda de las farolas que había proyectadas en su momento, ya que estaban descatalogadas. Hay que recordar que en diciembre de 2017, el Ayuntamiento le dio un plazo de tres meses para finalizar la obra.

Ahora, con la firma el 1 de agosto de la recepción, se da por finiquitada la urbanización 16 años después de su inicio. 

En el acta de comprobación levantado a finales de 2017, con representantes de las dos partes, acordaron que se había llevado a cabo hasta ese momento el "movimiento de tierras y acondicionamiento del terreno, ejecución de la red viaria y pavimentación, red de agua potable, redes de alcantarillado y drenaje, red de riego y jardinería, telecomunicaciones, señalización vertical y horizontal, semaforización, estructuras y puentes, red de distribución de energía eléctrica, alumbrado público, elementos auxiliares y obra civil accesoria".

En total, 5.557.018 (sin IVA). De éstos, 57.857,13 euros se ejecutaron en el último año tras la modificación aprobada en pleno en 2017 para que se terminara la obra. Es decir, lo que quedaba pendiente según el acta firmada a finales de 2017: actuaciones de jardinería y riego, señalización y acondicionamiento de instalaciones de alumbrado y semaforización, así como la revisión de diversos elementos estructurales y acabados deteriorados.