Benidorm blinda sus accesos en el inicio de la Semana Santa

BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm, la Policía Local, y la Policía Nacional han blindado la ciudad ante la llegada de la Semana Santa. El alcalde de la ciudad, Toni Pérez, informó este miércoles que se han cerrado todos los accesos secundarios, y quedarán abiertos los cincos puntos principales, que quedarán controlados por las fuerzas de seguridad. La medida se ha iniciado este jueves 9 de abril a partir de las 7 de la mañana, pero no tiene fecha de finalización, así que se podría prolongar más allá de este periodo vacacional.

Esos accesos permitidos estarán ubicados en las avenidas de Villajoyosa, Juan Pablo II, Beniardá, Comunidad Europea y Comunidad Valenciana.

De este modo, centran sus esfuerzos en estos puntos, garantizando más control tanto para la salida como para la entrada de coches. Con todo, indicó el primer edil, no se trata de una medida para vigilar a los que puedan llegar desde otras ciudades del país, sino para los propios locales que puedan tener la intención de abandonar la localidad.

Hay que tener en cuenta que Benidorm tiene una gran masa de segundas residencias y éstas podrían ser objeto de sus moradores para pasar esta semana de vacaciones. Sin embargo, el alcalde señaló que hasta este miércoles, momento de la rueda de prensa en la que anunció la medida, no se habían detectado movimientos en este sentido.

Al mismo tiempo, Pérez entiende que durante estos días tendría que haber una circulación menor en las carreteras, ya que cesan su actividad los pocos sectores que la tienen autorizada, al margen de los servicios de emergencia. A continuación, destacó el “comportamiento modélico” de la ciudadanía de Benidorm “a la hora de cumplir con el confinamiento”, demostrando “su solidaridad”; así como la labor realizada desde el minuto uno también en el ámbito de la movilidad por la Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil y las diferentes áreas municipales.

La ciudad, como el resto de España y parte del mundo, viven momentos únicos con sus calles vacías y alejadas de la imagen que solían tener antes de que se expandiera la pandemia. Una situación derivada del confinamiento obligado y que mantiene a los vecinos en sus casas y gran parte de las empresas cerradas de cara al público, entre otros, los hoteles que llenan de turistas que llenaban las calles de Benidorm hasta el 14 de marzo.