Foto: PEPE OLIVARES.BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm ha suspendido de manera provisional la tramitación del proyecto básico para su primer tanatorio. Su construcción se adjudicó en 2005, pero después de 17 años sigue a la espera de poder iniciar los trabajos. La empresa adjudicataria del contrato presentó en 2020 el anteproyecto, pero los técnicos municipales han notificado que una parte de la parcela donde se prevé el edificio está afectada por la Ley de Carreteras y por tanto, tienen que esperar a una autorización del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Un permiso que espera que les concedan pronto, según explicó la concejal de Urbanismo, Lourdes Caselles. Así, tal y como refleja la resolución de los técnicos municipales, se encuentra dentro de una línea de 100 metros de afección respecto de la futura variante de Benidorm a Altea, por lo que se encuentra regulada en el artículo 32 de la Ley de Carreteras. Esta prevé que se puedan realizar las obras en caso de que cumpla con la seguridad vial y cuente con la autorización. Por lo que se ha optado por suspender el procedimiento de licencia de obra para el tanatorio hasta que se les notifique la autorización de la Demarcación de Carreteras del Estado en la Comunidad Valenciana, dependiente del Ministerio de Transportes.
La concesión de este servicio recayó hace 17 años en la Funeraria Sellés SL, que ha dado paso a ASV Funeser SLU. Un cambio que tendrán que acreditar, aunque los responsables siguen siendo los mismos, y que entre otros centros, gestiona también el ubicado en la Vila Joiosa.
Como ya explicara este diario, el Plan Especial de Cementerios incluye la construcción y gestión de un tanatorio, que quedaría integrado dentro del camposanto. Una solución que se le otorgó 10 años después de su adjudicación porque se le había dado al proyecto una ubicación en un terreno rústico, y por tanto, no urbanizable.
No obstante, antes de que se aprobara "definitivamente este Plan Especial, se produjo una modificación de la Ley de Carreteras, lo que provocó cambios en la distancia de las zonas de dominio público y servidumbre, y fundamentalmente en la línea de edificación”. De esta manera, al ampliarse la distancia de la línea de edificación hasta los 100 metros, “la parcela en la que está adjudicada la concesión para la construcción y gestión del tanatorio ha quedado afectada prácticamente al 50%”.
