VALÈNCIA. El grupo parlamentario socialista no piensa romper su silencio respecto a cuál será el sentido de su voto cuando el próximo pleno de Les Corts debata la toma en consideración de la proposición de ley de la tasa turística que hace unos meses acordaron presentar los partidos del Botànic II en Les Corts -PSPV, Compromís y Unides Podem-.
La síndica, Ana Barceló, puso ayer sobre la mesa las dudas que existen en el seno de su formación, ya adelantadas por el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, en su comparecencia en el Parlamento hace un par de semanas. La portavoz subrayó que antes de tomar una decisión, el PSPV mantendrá una reunión con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) para "escuchar a los ayuntamientos". Pero no aclaró si esa reunión servirá para que los socialistas decidan hacer una cosa o la contraria: apoyar su propio texto, u oponerse a él. Y esquivó ser clara en sus respuestas hasta en cuatro ocasiones.
Este miércoles, sin embargo, fue un paso más allá y justificó el vaivén del PSPV en esta cuestión en que la situación ha cambiado respecto a cuando los tres partidos que componen el Consell registraron la iniciativa: Ni la situación económica era la actual, ni se había generado "la inflación de este momento por los efectos colaterales de la guerra de Ucrania".
No obstante, la coyuntura respecto a cuando se registró el texto es exactamente la misma que la actual: en diciembre se firmó el acuerdo entre PSPV, Compromís y Unides Podem y en abril se registró la propuesta de ley. La guerra de Ucrania comenzó en febrero, por lo que cuando se presentó el texto legal ya hacía dos meses que había comenzado.
En el PSPV hacen hincapié en que no existía "compromiso" para votar a favor, sino simplemente para que la iniciativa fuera presentada y que en caso de que fuera aprobada esta no entraría en vigor hasta 2024, puesto que ya se validó una moratoria de un año desde que se publicara el texto definitivo en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV).
El cambio de postura del PSPV no es trivial. Sin el apoyo de los socialistas, con una mera abstención de los 27 diputados, la proposición decaería porque tan solo sumaría el apoyo de Compromís y Unides Podem. En total, 25 parlamentarios frente a los 42 que representan PPCV, Vox y Ciudadanos. Aunque los 5 no adscritos terminaran apoyando la tasa -algo que no ocurrirá-, tampoco sería suficiente para verla validada.
Tampoco resulta casual que la proposición de ley haya sido incluida en el orden del pleno de la próxima semana sin el criterio favorable de la Conselleria de Hacienda, gobernada por los socialistas. Una circunstancia que Unides Podem achacó, sin embargo, a que este trámite debía haberse hecho en pleno intercambio de carteras entre Vicent Soler y Arcadi España.
El diseño pactado entre los socios del Botànic II establecía una tasa de 0,5 euros que pagarían aquellos que se alojaran en campings, hostales, pensiones o albergues. Esta aumentaría hasta los 2 euros a partir de hoteles de 4 Estrellas o superior. Y como máximo se pagaría por pernoctar siete días, por lo que la cuantía nunca superaría los catorce euros.
Se trata de un tributo autonómico exento por la Generalitat al 100% pero en el que la administración autonómica permite a los municipios establecer si así lo desean un recargo por el mismo importe. El tributo cuenta con el respaldo de sindicatos, federaciones de vecinos o expertos universitarios y con la frontal negativa de la patronal y de los partidos de la oposición.