EN LA FRONTERA / OPINIÓN

Asilo de Benalúa: menuda púa

3/03/2024 - 

La Asociación de Vecinos de Benalúa El Templete viene reclamando con insistencia en los últimos años la adquisición pública, por parte del Ayuntamiento, del antiguo Asilo de Benalúa, cerrado a cal y canto desde 2010 después de que lo abandonaran la última orden religiosa que que lo regentó por encargo del Obispado, Hijas de la Caridad de San Vicente Paúl. El fin que pretenden los vecinos: un centro social polivalente: centro de día, espacios de ocio, salón de actos....Bien. Es una legítima aspiración de la Asociación que preside ahora Ernets Gil. Conste en acta.

No reclaman al Consistorio que se cree un centro social al uso, como el que disponen el resto de barrios y distritos del término municipal. No. Quieren El Asilo. Un inmueble de 6.600 metros cuadrados asentados en una parcela de 13.000 en un lugar que hoy es ya pleno centro de Alicante. Hay 50 habitaciones entre individuales y dobles. El conjunto, de finales del XIX, se encuentra sometido a cierto grado de protección (especialmente la capilla) según el catálogo municipal, valdría un potosí para usos hoteleros. O para otros negocios, un hospital privado, como el que se gestó cuando el socialista Gabriel Echávarri era alcalde de Alicante en compañía necesaria de Miguel Ángel Pavón (IU/Podemos) y de Natxo Bellido (Compromís). Conforme se iban teniendo noticias de las aspiraciones del grupo IMED, el "Botànic" alicantino (2015-2018) intentó reforzar el valor del inmueble como patrimonio histórico y monumental de la ciudad: se trataba de ponérselo difícil a IMED bajo la aversión que sienten Podemos/IU y Compromís a todo lo que sea iniciativa privada: mejor un centro social que un centro hospitalario que hubiera generado decenas y decenas de puestos de trabajo. Y hubiera contribuido a la terciarización del barrio.

Los mismos actores, con distintos nombres, Rafa Mas (Compromis) y Manolo Copé (IU) han vuelto a la carga, en compañía del PSOE y de Vox, con la cantinela de que el Ayuntamiento compre un inmueble que podía albergar cuatro centros sociales. Salvo que queramos incluir un Centro de Día (destinado básicamente a personas dependientes) y hacer una reforma costosísima del alerón que podría albergar esa función. Y otra reforma costosísima para el resto. Una de las causas del cierre de 2010 es que la Generalitat se puso muy dura con las condiciones higiénico/sanitarias de los asilos que regentaba y regenta la Iglesia en coordinación con la administración pública (pasó con el Asilo de Elche que estuvo a un milímetro de cerrar sus puertas). El Obispado vio inasumible ese coste: les salía más a cuenta construir un geriátrico en otro emplazamiento.

Un letrero reivindicativo.

Hace bien el alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, en abstenerse de ese carro frentista que han conformado los partidos de izquierda con la ultraderacha tras una resolución plenaria que es papel mojado; una mera declaración de intenciones. Ni siquiera se han tomado la molestia, los del frente, extraño maridaje, en sondear otros posibles usos del antiguo Asilo: residencia de estudiantes universitarios; vivienda en alquiler social para jóvenes en general con el concurso de la Generalitat (eso sí que sería un revulsivo para un barrio tan envejecido como es Benalúa); o una especie de mix para que convivan jóvenes y ancianos, idea esta última tan en boga, un co-living intergeneracional.

Hay más sitios y solares en Benalúa, asegura Barcala, para hacer un centro social: y por mucho menos dinero (eso lo tiene que explicar). El Obispado adquirió el título de propiedad en 1990 a los descendientes de los marqueses de Benalúa por un precio "político" dado el uso social del edificio. "Político", asequible. Quiero pensar que en una hipotética venta (transparente y sin líos de ecónomos e intermediarios) sea igual de generoso siempre y cuando se mantengan usos sociales sin ánimo de lucro. En otros supuestos, el mercado es libre. La Iglesia es muy libre por tanto de estipular el precio que considere (y destinar las plusvalías a reforzar Cáritas, por ejemplo).

En síntesis: centro social para Benalúa, sí, por supuesto. Centro de Día para personas dependientes; por supuestísimo. Ruina para el erario: nunca.

José Luis Ábalos.

Cada día que pasa salen detalles más sórdidos de la trama urdida por el que fuera asesor del ministro José Luis Ábalos, Koldo García Izaguirre, el mismo que en sus inicios fue guardaespaldas de un puti-club en Pamplona. Ultima hora: Ábalos medió un poquito en la compra venta de mascarillas. En la primera entrevista que concedió a Carlos Alsina, el ya 'diputado mixto´ proclamó que lo que primó en el fichaje del también levantador de piedras navarro fue la confianza, no su nivel formativo. Me quedé a cuadros. Y a rayas. Se pueden conjugar las dos cosas. Se deben conjugar las dos cosas, máximo cuando el exministro nombró a su asesor/chófer/guardaespaldas nada más ni nada menos que consejero de Renfe-Mercancías. Es como si a mi me nombran consejero del Instituto de Investigación Aereospacial, o de investigación en Neurociencia, o ....Lo de Ábalos, y todos los aledaños que están saliendo (Francina Armengol) y que van a salir no hay quien se lo fume. Alivio, relativo, en las aguas del PSOE valenciano, el PSPV. Se acabó el abalismo. Hormigueo inquietante entre los que ascendieron en el partido a través del exministro de Fomento, en los tiempos en que éste junto con Santos Cerdá y otros se volcaron en cuerpo y alma para que Pedro Sánchez fuera de nuevo secretario general del PSOE (2017), y luego presidente del Gobierno.

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