Una de las terrazas posicionadas en la Plaza de Calvo Sotelo. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. Cambios a la vista en la regulación de las terrazas de la hostelería en Alicante con el propósito de racionalizar su distribución. El equipo de gobierno, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), da el paso y se atreve a impulsar la revisión de la ordenanza de Ocupación de Vía Pública comprometida desde principios del mandato, que ya se trató de poner en marcha durante los años de vigencia del tripartito progresista.
El objetivo de los dos partidos del centro-derecha aliados ahora al frente de la gestión municipal es elevar la propuesta a debate para su aprobación provisional en el pleno de diciembre. De ahí que ya se haya establecido contactos informativos previos con las asociaciones representativas del sector para compartir las novedades que se pretende introducir en esa regulación. Y que, al tiempo, se pretenda abrir de forma inminente la fase de consulta y de negociación política con los grupos que ejercen funciones de oposición (PSOE, Unides Podem EU, Compromís y Vox).
A grandes rasgos, la modificación promovida por los técnicos de la Concejalía de Ocupación de Vía Pública se basa en tres ejes esenciales. El primero tiene que ver con el mobiliario utilizado en la disposición de los veladores. El objetivo es promover su homologación no solo con fines de lograr una uniformidad estética que mejore la imagen turística de la ciudad, sino también para concretar aspectos como los sistemas a utilizar para los cerramientos o la colocación de pérgolas. Es decir, se trataría de determinar qué elementos pueden situarse en la vía pública para que quede claro que cualquier otro componente no estaría autorizado.
En segundo lugar, la ordenanza dará cabida al uso de tramos de calzada reservados como zona de estacionamiento como espacio para la instalación de terrazas. Se trata de una posibilidad habilitada tras la irrupción de la pandemia de la covid, en las distintas fases de la desescalada, con el fin de favorecer la creación de espacios para la actividad hostelera al aire libre, que quedó suspendida en marzo de este año tras la aprobación de sucesivas prórrogas.
Eso sí, los permisos para situar veladores sobre el asfalto quedarán supeditados a la concesión de autorizaciones previas por parte de la Concejalía de Tráfico. Es decir, que se permitirá la colocación de mesas y sillas en vías que no registren alta densidad de circulación y siempre que se constate que no entrañen situaciones de riesgo.
Además, se prevé eliminar el trámite de informe consultivo en las Juntas de Distrito para la concesión de permisos a la instalación de nuevos veladores, que -según fuentes municipales, no resulta vinculante-, con el fin de no demorar la resolución de esas autorizaciones.
Y en tercer término, la ordenanza prevé modificar los horarios autorizados para la instalación de veladores, en busca de la conciliación entre el desarrollo de la actividad económica y el descanso de los residentes. Así, se plantea un tratamiento diferenciado según la temporada del año que conllevaría una reducción de la franja de actividad a aplicar durante el invierno. Eso sí, se mantendría el horario de verano durante los fines de semana y se habilitarían más periodos con ese mismo régimen asociados a la celebración de días festivos, por ejemplo.
En la actualidad, el horario de invierno abarca desde el 1 de octubre al 31 de mayo. Y en ese periodo se permite la actividad entre las 8:00 y la 1:00 horas de lunes a viernes, y desde las 9:00 hasta la 1:00 los sábados, domingos y festivos. El horario de verano se extiende desde el 1 de junio al 30 de septiembre, aunque también incluye la Semana Santa y Pascua (desde el domingo de Ramos hasta el domingo de Resurrección) y las fiestas de Navidad y Reyes (del 24 de diciembre al 6 de enero). En esos periodos, se permite la actividad hasta las 2:00 horas de la madrugada, de forma que el cese efectivo se produzca a las 2:30 horas.
De este modo, la propuesta que baraja el equipo de gobierno pretende recortar el horario de funcionamiento previsto en invierno en, al menos, una hora o una hora y media. Con todo, la franja concreta que acabe definiéndose queda todavía abierta a la negociación política y a la posible presentación de alegaciones, según fuentes consultadas.
Esa será la regulación a aplicar en términos generales en todo el término municipal. No obstante, como excepción, se sigue contemplando la posibilidad de regular planes de ordenación específicos para zonas concretas que presenten características o situaciones particulares, de modo que se habilitan horarios y zonas de ubicación de veladores de forma individualizada en función de las condiciones concretas de cada espacio.
Se trata de una fórmula que ya se encuentra vigente en emplazamientos singulares como la Plaza de Gabriel Miró, la plaza de Ruperto Chapí y, más recientemente, la Plaza de Quijano, en el Casco Antiguo. Ahora, según fuentes consultadas, se prevé aplicar también a otras localizaciones para ordenar situaciones especiales como las de la Plaza de la Viña, la Plaza Nueva o la calle Virgen del Socorro, por ejemplo.
