ALICANTE. «No se detenga». «Tome su ticket». Mensajes contradictorios que nos salen al paso a mil metros del acceso a la autopista AP-7 en El Campello. Es 2 de enero, el primer día laborable tras el levantamiento de las barreras por parte de la concesionaria Aumar (filial de Abertis), que en la medianoche del 31 de diciembre dejó de serlo. Lo de la contradicción se va a resolver pronto: en unas horas, operarios de las empresas de mantenimiento de la autopista aparecerán para retirar los enormes cartelones azules que muestran los iconos de un turismo y una máquina de peaje como señal.
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Desde el cambio de año, ya no hay que tomar ticket en la entrada ni pagar en la salida. Son las nueve de la mañana, y a pesar de ser un día laborable entre festivos y dentro del periodo navideño, la A-70 que nos dirige al antiguo peaje presenta una inusitada cantidad de tráfico. Ya no sucede como hace unos días, cuando mucho de este tráfico tomaba la salida justo antes del peaje, hacia la carretera nacional N-332 en dirección a La Vila. Ahora, con cierta precaución porque los bloques de hormigón entre carriles de acceso siguen ahí, todos los vehículos, sin apenas excepciones, se introducen en la AP-7.
* Lea el artículo completo en el número de enero de la revista Plaza