Fuster aplaudiendo al nuevo alcalde de Polop.POLOP. Polop tiene nuevo alcalde, José Luis Susmozas. El candidato del PP que ha visto su investidura ensombrecida por sus sorprendentes apoyos: Compromís. La candidata de la formación valencianista, Ángela Fuster, fue la encargada de decidir el gobierno que tendrá el municipio durante los próximos cuatro años, decantando la balanza sobre la derecha. Como es sabido, la localidad tuvo un empate en concejales, seis cada uno. La mayoría está en siete, faltaba el edil que ostenta Compromís. Después de días de negociación con ambas formaciones, optaron por saltarse incluso el pacto autonómico de su partido con PSOE e IU, y le dio su voto al PP. Ahora, Fuster se enfrenta a la expulsión de Compromís.
Preguntados sobre este asunto, fuentes de la Ejecutiva Comarcal de la Marina Baixa, señalaron a este diario que informarán del asunto a València para que valoren qué decisión tomar. Según ha podido saber este diario, durante los últimos días antes del pleno de investidura se trasladaron hasta Polop dos miembros de la Comisión Ejecutiva Nacional. El objetivo era que la asamblea local de Compromís optara por la opción liderada por el que ha sido el alcalde del municipio desde 2011, el socialista Gabriel Fernández. La alternativa a no apoyarle también existía: votarse a sí misma. En caso de empate, tendría la vara de mando puesto que obtuvo en torno a 80 votos más que el PP.
Ni desde València ni desde la Comarcal estaban de acuerdo con darle el apoyo a los populares. Iba en contra de lo que se había establecido a nivel autonómico por su propio partido. Sin embargo, el jueves por la tarde, la asamblea local votó a favor de pactar con el PP, aunque no ha trascendido de momento cuáles son los términos del acuerdo. Pero en la votación había tres opciones: 'a favor del pacto con el PSOE', 'a favor del pacto con el PP', 'abstención'. La primera obtuvo dos votos, la segunda 12 y la tercera otros dos. Quedaba aprobado el apoyo al PP.
Así lo escenificó después: el sábado durante el pleno de investidura dio su voto a la propuesta de los de la gaviota. Levantó la mano junto a Susmozas: "Qué vergüenza", gritaron. Se miraban y sonreían. Entre abucheos y aplausos, con un ambiente crispado debido a la decisión que enfrentó a los dos bandos, pero que no frenó la postura que adoptó el partido y que encarnó Fuster, quien se levantó a aplaudir al nuevo alcalde cuando éste mostraba la vara de mando una vez había terminado la votación.
Desde Compromís señalan que son un partido "garantista" que evaluará la situación a través de la Comisión de Garantías, que es la que decidirá qué pasa con el acta de Fuster y su afiliación a la coalición valencianista. "No va a quedarse como si nada", advierten fuentes de la Ejecutiva Comarcal, quienes desconocen cuál ha sido el motivo para que se hayan posicionado al lado del PP. Entre las opciones está la expulsión del partido, de manera temporal o total.
El acta de la asamblea local motivaban la decisión en una postura que se ha adoptado en una votación, al tiempo que aseguraban que después de dos legislaturas tendiendo la mano al PSOE para "conformar corporación local sin pedir nada a cambio, recibiendo negativas y prefiriendo pactar con otros", manifiestan haber "perdido la confianza en ellos". Echaban en cara por tanto el pacto con Alternativa, Independents per Polop, que no se presentó a estas elecciones municipales. Al mismo tiempo, aseguran que lo hacen por "el bien del pueblo" y que "a pesar de las diferencias ideológicas" trabajarán y apoyarán "a quien reme en su misma dirección", concluyendo que esto no puede servir para cuestionar su "ideología de izquierdas, pero por encima de las siglas, están las ideas".
No obstante, desde el PSOE señalaron que Compromís les presentó una propuesta para darles su apoyo que aceptaron por completo. Para Fernández, la decisión "es un fraude al electorado de Compromís por concurrir a las elecciones difundiendo eslóganes afirmando que votar al PP era votar corrupción, para una vez hechas sus cuentas, votar a ese PP corrupto".
Desde la Comarcal también informarán de la situación en Callosa d'en Sarrià, pero allí las aguas parecen más calmadas dentro del propio partido. La candidata de Compromís, Marisa Sellés, votó su propia candidatura. Rechazaba por tanto un pacto con PSOE que evitaría un gobierno del PP. No es la primera vez, hace cuatro años tampoco consiguieron un pacto entre ambas formaciones y el resultado de las rencillas entre las formaciones de izquierdas daban de ganador al PP de Andrés Molina.
El PSOE necesitaba el apoyo de Compromís y Valencia Unida, estos últimos eran exmiembros del PP que habían formado su propio partido por desavenencias con los populares. Estos últimos habían obtenido cinco concejales, era la lista más votada. Pero la mayoría absoluta está en siete. El PSOE tiene cuatro; Compromís dos; y otros dos Valencia Unida. El acuerdo entre el PSOE y Valencia Unida era un hecho. Sin embargo, la coalición valencianista no estaba a favor de ir con los que fueron militantes del PP. Por lo que decisión, a pesar de lo pactado a nivel autonómico, fue votarse a si mismo y dejar que gobierne el PP, en este caso sí, la lista más votada. Todo ello a pesar de que los números daban para que la Alcaldía recayera en el PSOE, quienes además habían aceptado todas las peticiones de Compromís para ir juntos.
