Altea. Foto: Turisme CV.ALTEA. El Ayuntamiento de Altea ha dado un paso adelante en la regulación de los pisos turísticos. El pleno ha aprobado, con el voto a favor del gobierno local (Compromís y PSOE), la suspensión durante un año del otorgamiento de la compatibilidad urbanística para esta actividad. Una autorización necesaria para el alquiler de uso turístico. La localidad ha experimentado un crecimiento importante como destino, incrementando el interés para su visita, que ha ido acompañado de un aumento del numero de viviendas destinadas a alquiler vacacional.
Según los datos aportados por el concejal de Urbanismo, José Orozco, en la actualidad hay en torno a 2.200 unidades. Una cifra muy superior a la de antes de 2018, año en el que comenzó el boom, según considera el gobierno local. En aquel entonces contaban con 642 viviendas regladas, lo que supone un incremento del 242,68% en cinco años. Y eso, dijo el edil del área, teniendo en cuenta que ha habido una pandemia que ha ralentizado al sector, por lo que auguran que los números podrían haber sido superiores de no haber existido la crisis sanitaria por covid-19.
Un lustro después, el pleno ha optado por suspender las licencias durante un año para 'repensar' el modelo turístico. En este tiempo elaborarán un estudio que incluya un diagnóstico de la situación y cómo encajar al sector en la localidad que quieren. Para ello, avanzaron que contarán con la participación de las partes.
Dentro de esta argumentación, aseveraron que la intención es evitar la subida del precio de alquiler de larga estancia y la gentrificación, preservar la cultura local, así como evitar molestias a vecinos por parte de los visitantes. Todo ello pensando en un turismo sostenible y cuidadoso con el medio ambiente.
Altea deja de dar licencias para viviendas turísticas por un año para 'repensar' el modelo
Pero, ¿qué pasa con aquellas solicitudes pendientes? La concejal del PP, Maria Lloret, llamó la atención sobre aquellas personas que han invertido en los últimos tiempos para convertirlo en vivienda turística y que no hayan tenido tiempo a presentar la solicitud antes de que empiece la moratoria. Sobre esto solo queda esperar a que pase un año y la opción esté acorde con las condiciones que se aprueben. Sin embargo, aquellas que ya operan como alquiler vacacional podrán seguir desarrollando su actividad, mientras que las que estaban solicitadas pero no se habían aprobado aún, seguirán en trámite y se concederán si cumple con la normativa que había hasta ahora, según dijo Orozco a este diario.
Aunque esta era una decisión que sobrevolaba, la intención de llevarlo al pleno de este 4 de enero fue una sorpresa. Si bien es cierto que el propio gobierno local, a través de su alcalde, Diego Zaragozí, ya había manifestado su posición a favor de otras medidas que tienen que ver con el turismo como es la aplicación de la tasa por pernoctación en el municipio. Algo en lo que se reafirmaron en el pleno en boca de Orozco, que señaló que se podría ingresar por este concepto alrededor de un millón de euros que podrían haber servido para hacer frente a servicios vinculados directamente con el sector.
En atención a los datos de uno de los portales de alquiler de vivienda español, Idealista, en Altea el precio de arrendamiento no ha parado de subir desde que tienen registros, año 2012. En octubre de ese año el precio por metro cuadrado era de 6,3 euros en Altea pueblo, es decir, por un piso de 90 metros cuadrados se pagaba 567 euros, según las ofertas publicadas para ese tiempo en la web. A diciembre de 2023 ha subido a los 9,5 euros, es decir, piden 855 euros por la misma casa.
