VALÈNCIA. No obstante la racha de 14 jornadas sin ganar, para Jorge Almirón su equipo no solo "no está muerto", es que lo considera "perfectamente capacitado" para eludir el descenso, incluso si no llegan más fichajes en los dos días de mercado de invierno que restan.
En esos términos se manifestaba el preparador argentino del Elche en la rueda de prensa posterior a la derrota por 1-0 de su equipo en el estadio de Mestalla a manos del Valencia, un rival directo que se le va a seis puntos.
Almirón, que también dejaba claro que no se le pasa por la cabeza tirar la toalla y dimitir, pese a la pésima trayectoria de juego y especialmente resultados de los suyos, hacía una llamada a la unidad, se mostraba comprensivo con el descontento del entorno pero, al tiempo, le pedía "sumar".
Para el entrenador franjiverde el encuentro había sido "parejo, salvo en algunos momentos del primer tiempo" y los suyos habían dispuesto de "situaciones claras para empatar" que lamentaba que no hubieran sabido "capitalizarlas": "Creo que hemos competido y hemos merecido algo más, aunque solo sea por el esfuerzo que hemos hecho", decía Almirón que contestaba a las preguntas sobre los cambios y más concretamente a por qué no había dado entrada a Guido Carrillo y a Víctor Rodríguez al mismo tiempo y sí con una diferencia de cuatro minutos en el tramo final del choque, apuntando a que los mismos respondía "a situaciones de molestias y cansancio" y que "siempre busca en beneficio del equipo". Almirón se mostró también crítico con la labor del gijonés Pablo González Fuertes, el árbitro del encuentro, recordando que "en la primera jugada, a los tres minutos" ya había amonestado a Gonzalo Verdú y que había medido por el mismo rasero a los dos equipos.
El preparador argentino del Elche también destacaba el partido cuajado por varios de sus hombres 'Tete' Morente, Rigoni o Boyé, se refería como "evitable" el tanto encajado por los suyos e insistía en que "cada partido es un mundo" pero siempre "cuesta remontar".
