CASTELLÓ. El aprendizaje supone un mundo en sí mismo. No obstante, los caminos que se recorren para llegar hasta él suelen presentarse establecidos desde que el ser humano llega al mundo. Pese a ello, en la telaraña de vías que tejen el conocimiento existen rutas alternativas para alcanzar el fin último de la educación. Una de estas sendas 'singulares' se divisa en Play Cube, un proyecto que construye, en el Museu de Belles Arts de Castelló, un "espacio de juego y experimentación lúdico y dinámico". A través de "cubos gigantes y materiales en constante evolución", el entorno, diseñado para los más pequeños y sus familias, crea un escenario de diversión "único e interactivo".
En la interacción estriba uno de los objetivos principales de Play Cube. Así, la iniciativa plantea un lugar cambiante, que se transforma y reacciona de acuerdo con el individuo. Dividido en tres fechas - una por mes de octubre a diciembre - los más pequeños, acompañados de un adulto, experimentan cada día durante tres sesiones de una hora la libertad de habitar un mundo mágico de paisajes. Entre sesiones, el proyecto participó además este pasado fin de semana en el festival bienal de diseño de Castelló, el Besign Fest. Play Cube busca "unir la pedagogía y la creatividad para forjar una forma de educar diferente", explica Ana Pérez, creadora de la iniciativa. "Nacemos con la meta de que el aprendizaje se centre en el niño y no tanto en los mayores".
El juego para conectar con el presente
Play Cube se concibe desde el sentimiento puro de la maternidad, que llevó a su impulsora, diseñadora gráfica de profesión, a cambiarlo todo para abrir una escuela infantil propia en Castelló, Apapachoa. Allí, Pérez empezó a diseñar unos entornos educativos diferentes que pronto se quedaron pequeños. "Presenté una propuesta al Museu para convertirlo en un espacio jugable y atraer otro tipo de públicos al centro cultural", asegura. La iniciativa se convirtió en realidad y, desde 2019, realizan sesiones continuas - sólo detenidas por los meses de verano - que cuentan con "listas de espera". Aquel que decide adentrarse en Play Cube encuentra "un ecosistema para jugar y conectar con el presente, sin importar la edad y en un ambiente de comunidad", detalla Ana Pérez.