TORREVIEJA. A veces no es necesario irse muy lejos para descubrir algunas de las grandes maravillas de la naturaleza. En plena comarca alicantina de la Vega Baja del Segura podemos ver una enorme laguna rosa de 1.400 hectáreas que se encuentra dentro del Parque Natural de las Lagunas de la Mata y Torrevieja. Un enclave mágico que bien parece haber salido de una película de ciencia ficción, pero que tiene mucho de realidad. De hecho, para comprobarlo solo hay que visitarlo, aunque eso implicará salir de ahí completamente enamorado de este entorno natural que se ha convertido en uno de los principales reclamos turísticos e incluso artísticos de la ciudad, ya que se ha convertido en la protagonista de múltiples imágenes replicadas a lo largo y ancho de todo el mundo.
Este increíble fenómeno, que no deja a nadie indiferente, se debe a la actividad de una bacteria que libera un pigmento rosáceo en aguas con alta concentración de salinidad. Sal que es origen y base de este municipio marítimo que ha ido conformándose desde la implantación de sus salinas y el desarrollo de la importante actividad pesquera que allí ha ido consolidándose desde el siglo XVIII. Precisamente eso es lo que da nombre a esta bella localidad costera que empezó a crecer a partir de su torre ‘vigía’ o torre ‘vieja’, lugar desde donde se controlaba todo este territorio y su actividad.
Para conocer ese gran patrimonio ambiental y cultural de uno de los humedales más importantes de la Comunitat Valenciana, el Ayuntamiento de Torrevieja y su Oficina de Turismo organizan hasta dieciocho rutas ecoturísticas adaptadas para todos los públicos en las que se podrán aprender numerosas curiosidades sobre el parque natural, al tiempo que se puede disfrutar de una divertida jornada de convivencia. Estas apasionantes Rutas a la luz de la luna se llevan a cabo al atardecer, cuando el sol comienza a caer sobre el entorno y la oscuridad lo envuelve todo, agudizándose así los sentidos y sumergiendo a los visitantes en la magia y el misterio de estos humedales, con su flora y su fauna.
Sin embargo, Torrevieja es mucho más. A sus increíbles parajes naturales se suma una oferta cultural en la que podemos descubrir su patrimonio histórico y monumental como el teatro romano, además de deleitarnos con la música al atardecer durante un paseo en barco o gozar de su admirada gastronomía que se impregnará para siempre en el recuerdo. Por su parte, los más aventureros no están exentos de vivir al máximo emocionantes actividades deportivas, también en plena naturaleza. Deportes náuticos y acuáticos como el snorkel, la mountainbike y el running tienen en Torrevieja el mejor escenario para practicarlos.
Pero, con todo, su principal carta de presentación son sus espectaculares playas y calas. En sus veinte kilómetros de costa se encuentran paradisíacas playas que bañan la ciudad y forman lugares incomparables como Cala Piteras, Los Náufragos, El Cura, Los Locos, Cabo Cervera y La Mata-Sur. Calas y playas que de nuevo vuelven a lucir la Bandera Azul que acredita la calidad de estos entornos naturales así como sus servicios para los usuarios. www.turismodetorrevieja.com
