AlicantePlaza

en la frontera

Todo sigue igual, más o menos

Han pasado dos días desde que vi Quo Vadis, de la directora bosnia Kasmila Zbanic y aún estoy casi en estado de shock: un documento cinematográfico que describe certeramente el genocidio bosnio y más en concreto la ignominiosa masacre que se produjo en Sebrenica en julio de 1995 ante la absoluta pasividad de Europa, de la OTAN y de la ONU, que delegó la misión en militares de los Países Bajos. Sin sensacionalismos, sin estridencias, la cinta (la acaban de poner en Filmin), te mantiene en tensión, extrema, durante la hora y tres cuartos que dura. Ha sido mi acontecimiento cultural del verano con un propósito de enmienda, repatearme Bonia como ya hice hace algunos años, con escala en Sebrenica, una pequeña ciudad donde se podía observar y palpar una tristeza infinita. Kasmila Zbanic, un diamante en bruto, que ya sorprendió, y mucho, en 2010 con En el Camino, alertando de los procesos de islamización en ciertas capas de la sociedad bosnia, un país tradicionalmente laico, o bastante laico para ser precisos. Sarajevo, capital cosmopolita de los Balcanes.

Ahora ha venido lo de Afganistán y el triunfo de los talibanes. Miseria por donde se mire. Y teorías de todo tipo y color del porqué ha ocurrido esta debacle, al margen del punto cero: el anuncio fechado de la retitarada de las tropas de EEUU y sus aliados. Guerras. Genocidios. Lo de Bosnia me pilló y me pilla más cerca: una sangría descomunal en el corazón de la vieja Europa, con nacionalismos exacerbados, especialmente el de los serbios, también los croatas, y ese maldito soniquete sobre los estados étnica o culturalmente puros. Qué horror.

Para mí estas reflexiones tienen una función: relativizar los problemas de andar por casa que tenemos aquí, lo cual tiene un punto de despecho, de agnóstico. También me sirve como profilaxis contra los excesos. Sea como fuere, la vida sigue más o menos igual como ya evocó Julio Iglesias: filosofía en vena. La Fiscalía sostiene que el Rey Emérito ejerció de comisionista internacional y que se lucró ilícitamente a base de tráfico de influencias y sobornos. Terremoto anunciado. No hay dios que se ponga de acuerdo en la renovación del Poder Judicial, qué cansinos. Podemos se enquista en que lo público nos salvará de todos los males, aún a sabiendas de que en Italia la creación de una empresa con capital público para modular el mercado energético no ha evitado una situación similar a la de España. Al final, los dos socios del Gobierno van a crear una comisión para analizar el subidón de la luz. Ya se sabe para que suelen servir las comisiones….

Recibe toda la actualidad
Alicante Plaza

Recibe toda la actualidad de Alicante Plaza en tu correo