ALICANTE. Especialmente dirigida a directivos, empresarios y profesionales de recursos humanos, así como estudiantes de grado y postgrado en relaciones laborales y recursos humanos, el pasado 13 de mayo se celebró en la Universidad de Alicante, organizado por el club de las Buenas Decisiones, un seminario sobre El Rol del Bienestar en la Fidelización del Talento.
Sin duda, el bienestar organizacional se ha convertido en un factor estratégico clave para atraer y retener el talento, alineando la organización hacia la creación de valor para todos sus grupos de interés.
Y se abordó desde dos puntos de vista: por una parte, Juan Miguel Mesa, responsable de Salud Laboral y Absentismo de Umivale Activa, abordó el Absentismo Laboral, sus causas y soluciones desde una perspectiva preventiva y de gestión; y por otra, Silvia Victoria de la Loma, directora del Servicio de Prevención Mancomunado de Banco Santander, desde la perspectiva de como la salud y el bienestar pueden convertirse en auténticas palancas de compromiso dentro de las Organizaciones, con la experiencia de Banco Santander.
Ambos presentados por José Luis Gascó Gascó, Catedrático de Organización de Empresas en la Universidad de Alicante, y director del Club de las buenas Decisiones.
El Absentismo Laboral, en la acepción objetiva más extendida, se define como la ausencia física del puesto de trabajo dentro de la jornada laboral, cuando el trabajador debería estar presente.
Se trata de un fenómeno complejo que condiciona la relación del empleado con el trabajo y con la empresa, e impacta directamente en la productividad y la competitividad tanto de la empresa como, a nivel agregado, de todo el país.
Y según los datos de Umivale, no está evolucionando bien: solo considerando el producido por incapacidad temporal (IT -con baja médica-, que supone un 77,7% del absentismo total), en 2023 se perdieron un 5,67% de las horas pactadas, un 29,35% más que en 2019, año previo a la pandemia, y un 97,17% más que en 2013, en lo más profundo de la crisis económica, liderando el absentismo por IT en Europa con un coste del 1,4% sobre el PIB, lo que lastra de manera muy clara nuestra competitividad, y ha sido objeto de análisis por la Mutua junto con el IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas).
Para abordar las causas y, por tanto, las posibles soluciones a este problema, la pregunta oportuna es "¿Por qué ante una misma patología hay trabajadores que va a trabajar y otros no?"
Y la respuesta no es simple. Existen factores imputables al trabajador, como su actitud hacia el trabajo, el compromiso con la empresa o los propios valores del empleado; otros imputables a la empresa, como las condiciones laborales, la organización interna, el estilo de liderazgo o el clima laboral, que pueden acarrear problemas de salud o enfermedades que la empresa debe abordar desde la Prevención de Riesgos Laborales o puede influir en su disminución fomentando mejores hábitos de vida (tabaquismo, obesidad, alcoholismo...); y factores sociales como la fácil autogestión de las bajas, marco legal algo laxo con escaso control por la Administración Sanitaria, convenios y acuerdos de empresa, etc.
Las consecuencias son claras: el absentismo tiene un impacto negativo sobre el propio trabajador y su entorno, sobre la empresa y sobre el Sistema de la Seguridad Social (Servicio Público de Salud, Entidades Gestoras y Colaboradoras)
Por lo que respecta a las jornadas perdidas por bajas laborales, en 2023 ascendieron a 369 millones, un 52% más que en 2018. Las jornadas perdidas de los repetidores han pasado de representar la mitad hace cinco años a, prácticamente, suponer dos tercios del total, un 64,5% en 2023.
Mientras que la contribución al indicador de las personas que solo registran un proceso de IT al año se ha mantenido estable en los 2 puntos desde 2018, los repetidores han pasado de representar 2,1 puntos hasta los 3,6 de 2023, lo que supone un crecimiento del 68%. Esto significa que la totalidad del incremento del indicador de absentismo se debe a la mayor contribución de los trabajadores que enlazan más de un proceso de baja al año.
Otra de las conclusiones del estudio es el incremento constante de la incidencia desde 2014, "en 2023 se registraron en España más de 450 procesos (bajas laborales) de incapacidad temporal por cada mil trabajadores, la máxima incidencia registrada en la última década".
Por tanto, tanto las empresas como los trabajadores o las administraciones deben adoptar medidas cuanto antes, pero teniendo en cuenta que ninguna tendrá eficacia práctica si no somos capaces de generar una cultura que reconozca que el estado de salud y la capacidad de trabajar deben complementarse, y que generar condiciones y jornadas de trabajo que disminuyan la salud de los empleados es tan negativo como simular o exagerar trastornos de salud para escapar de estas condiciones y jornadas.
En consecuencia, estabilidad en el empleo, diversidad generacional, conciliación, apoyo para actividades que favorezcan el mantenimiento y mejora de la salud, reconocimiento y desarrollo profesional, liderazgo comprometido, equidad, trabajo en equipo o comunicación interna, son factores que reducen el absentismo laboral y que la empresa puede poner en marcha sin gran esfuerzo financiero, y que, en todo caso, siempre será menos costoso que hacer frente a las importantes pérdidas que suponen las altas tasas de absentismo que soportan las compañías.
Un modelo de buenas prácticas: La Salud y el Bienestar, palancas para promover el Compromiso en Banco Santander
La salud de los empleados es parte de la cultura y la estrategia del Banco. Todos los profesionales trabajan para promover un entorno laboral en que la salud, la seguridad y el bienestar sean parte integral del día a día.
En este punto, el Banco tiene como objetivo promover estilos de vida saludables y crear valor a largo plazo para los empleados y para la sociedad.También se enfatiza la formación en primeros auxilios, las respuestas ante emergencias y la participación de los empleados delegados de prevención en los comités de seguridad y salud.
Este planteamiento se completa con BeHealthy, el programa global de bienestar del Banco, para fomentar la salud y el bienestar de sus empleados. BeHealthy está basado en cuatro pilares: Bienestar físico, emocional, social y financiero.
En torno a estos pilares, las filiales del Grupo planifican de manera anual un calendario de actividades para mejorar la salud mental, emocional y física de sus empleados.Además, durante todo el año, los profesionales del Banco cuentan con acceso a diferentes plataformas de salud y bienestar, a través de las cuales pueden disfrutar de programas y servicios enfocados a mantenerse física y mentalmente activos.
En definitiva, impulsar un estilo de vida saludable es positivo para todos. Genera un entorno óptimo en el que los profesionales se encuentran más comprometidos y la organización, a su vez, avanza en promover el desarrollo continuo de los empleados y su crecimiento personal.
Y si bien es cierto que el Santander es un gran Grupo empresarial en cuyo seno son más fáciles políticas activas de mejora de la prevención de riesgos laborales, también lo es que cualquier empresa, independientemente de su tamaño, puede implementar acciones con costes muy escasos que apuntalen ese aspecto fundamental de la gestión, como vending saludable, acciones de voluntariado, clubs de empleados, campañas de donación de sangre, políticas de desconexión digital, campañas de promoción de la salud con el apoyo de su Mutua, acciones de formación, promoción del trabajo en equipo, etc., tendentes a fidelizar el talento de la organización, frente al concepto tradicional de retener el talento que parece hacer mención a mantenerlo contra su voluntad, lo que es una causa clara de absentismo.