CASTELLÓ. Siempre le fascinó leer cómics. Recuerda Sergio Melià que cuando iba al mercado los lunes con su madre nunca podía faltar la compra de un tebeo. Era lo que le motivaba a pasar cuatro horas de una mañana recorriendo puestos y más puestos. Eso sí, también reconoce el castellonense que nunca fue un gran estudiante, aunque sí era un niño curioso. "Una vez mi madre llegó a sugerirme que si compraba un tebeo me iba a gastar quince pesetas, pero si lo cambiaba por uno que ya tenía, serían cinco. Le miré y le dije que mis cómics no salían de casa." Siguiendo el ejemplo de esas lecturas que sostenían sus manos, Melià fue poco a poco creando un imaginario que, finalmente, tuvo la necesidad de plasmar al papel.
Hoy, está considerado como uno de los más importantes ilustradores que tiene Castellón, habiendo desarrollado trabajos para Marvel y publicado numerosos trabajos propios. Una trayectoria repleta de historias que el Museu de Belles Arts de Castellón ha decidido contar en una exposición abierta al público hasta el 8 de enero.
Primeros pasos
Nunca pensó Melià que podría dedicarse al cómic. Era algo bastante "impensable" en un contexto como el de Castellón. Además, cuando empezó a dibujar sus únicas referencias estaban en el extranjero. Pero todo cambió cuando pudo relacionarse con un grupo de dibujantes de Vila-real. Juntos impulsaron la colección de fanzines Zapasta, la cual llevaron hasta diferentes festivales de Barcelona, por entonces capital del cómic en España, y a raíz de ahí surgieron nuevas oportunidades.