Mariló Montero nos resume en la tele la actualidad política hablando de su reciente rejuvenecimiento vaginal: “no es un túnel oscuro sino un camino hacia la luz”. Y remata, “facilita que esto esté hidratado para no sufrir”. Sí, mi vida. Su hija, Rocío Crusset, tras desfilar como un trono en la Semana de la Moda de Paris, ha declinado pronunciarse sobre la berrea, la lluvia torrencial en New York y la Sacrosanta Investidura de la Renuncia de Alberto Núñez Feijóo. Macron se rinde. Lech Walessa, 80, acaba de rezar el rosario y suelta “no le tengo miedo a nada, solo a Dios y un poco a mi mujer”. Meloni, experta en aguas abiertas y el amargor de la berenjena, frena en seco el acuerdo de la UE sobre migración. No lo haremos, no lo hemos hecho nunca y no lo volveremos a hacer ahora.
Pedro Sánchez, muy bien, gracias, recibió guapísimo y contenido a las Campos. Irene Montero, adiós melena, sucumbe al bob. Ideal de la muerte. YD sonríe subida a su cohete Douglas Rushkoff hacia el espacio sideral: pelazo del carajo. Ayuso círculos de hadas impone el anarco capitalismo “de ninguna manera” a lo Milei. Y la tendencia maxifalda de cuero la puntita nada más. La derecha republicana provoca el cierre del gobierno USA. Un joven de 16 tala el sycamore de 300 años en el Muro de Adriano. Debajo de las piedras solo hay alacranes. La ballena en la piscina pendiente de los canarios para ver si Puigdemont es hoy prescindible. Aitor Esteban: “Entre amnistía y Feijóo, amnistía”. Se ofrecen ex líderes del PP.