ALICANTE. Más allá de las rencillas y las diferencias ideológicas, la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Alicante y la Diputación de Alicante han puesto en común este viernes su sintonía en la colaboración institucional para la consecución de infraestructuras para la capital. El ejemplo ha sido el acuerdo para impulsar el viario oeste, que debe unir la EUIPO y el Distrito Digital con la vía Parque Alicante-Elche, una obra que en su día se valoró en seis millones de euros -actualmente, no existe valoración económica al respecto- y cuyo objetivo es que descongestione el tráfico de la zona litoral urbana de la capital.

El acuerdo ha sido suscrito entre el president de la Generalitat, Ximo Puig, el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, el alcalde , Luis Barcala, y el director ejecutivo de la EUIPO, el belga Christian Archambeau. Al acuerdo, claro está, se ha sumado la propia EUIPO, que en este caso ha sido la encargada de redactar el proyecto técnico del futuro viario de poco más de un kilómetro de distancia. La Generalitat será la encargada  de ceder los terrenos, el ayuntamiento modifica el PGOU, y la Diputación sufraga los trabajos, de los que no se han especificado ni los plazos.

Este vial de acceso mejorará notablemente el tránsito en una zona, la partida de Agua Amarga, en la que además de la Euroagencia se halla el Distrito Digital y otros edificios administrativos, turísticos y educativos.

"La firma del acuerdo de colaboración constituye un gran paso para mejorar la fachada sur de la ciudad de Alicante. Así se ofrecerán alternativas a los miles de personas que trabajan en esta zona, con el beneficio añadido de prevenir atascos en uno de los puntos de acceso más importantes de la ciudad", ha resumido Archambeau. Se estima que 4.000 vehículos podrían dejar de usar la fachada litoral cuando esté en marcha la neuva infraestructuras.

Puig ha recalcado lo necesario de esta infraestructura para mejorar la "conectividad" de esta zona de Alicante y para favorecer la "movilidad", mientras que el alcalde Barcala ha confiado en que sea un primer paso para el futuro traslado al interior de las actuales vías del tren en el frente litoral.