Ortega Smith no se (me) pone. Ya estamos. Una inocente preguntita. Sólo para contrastar. Un servidor prefiere a los hombres&cia tiro entrecejo tipo Santiago Abascal porque así, arrastrándose con muletas y todo y encerrado con él en un ascensor, da más miedo. Pobre caballo blanco. A lo que íbamos, señores Ortega y Abascal… ¿es verdad que Ripoll es su hombre en Alacant? ¿Quién es la que pasa, como siempre, el cepillo? Silencio sepulcral. Huele a pólvora. Terror en el ultramarinos. En el negocio de la basura espacial. Según el santo evangelio del cotilleo y la intoxicación de panfletos, dosieres y las malévolas ondas disidentes alicantonianas, el presunto, su santa esposa y su cohorte están detrás de Vox Alicante. Siempre jugando a las tres barajas del pasado. Marcadas. Enrique Ortiz, ruega por nosotros. Amén.
El caso es que me he cortado el pelo, las uñas de los pies, he adelgazado, engordado y comprado una Smith & Wesson con alarma, me he arreglado el paquete y he decidido que ya está bien y que por las bravas, si estos dos caballeros andantes de Vox no me contestan ya rápido a esta duda que me corroe y como no vivo ni en mí como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz juntos, estoy dispuesto a operarme y ser madre. Sí. Lo que acaban de leer. Y puesta una, a tener trillizas para estar a la moda. Aquí acaba Juego de Tronos. Lo siento. Sé que fue empalmante. Je t’aime moi non plus.
Entra sin mirar el alma en pena de Natxo Bellido al debate de Empar Marco y hay otra que se pone las tetas y se encarama a los tacones pensando en las libranzas estivales. ¿Fichamos, nena? Kean Loach, siempre atento a las nuevas formas de explotación, escuchando a los chiquillos en el plató, ve que no sirve y dice: “¡corten!”. Meritxell Batet y Manuel Cruz se miran incrédulos y, comentando tiempo y resultado, piden por Glovo un kilo de mosquitos tigres al dente y un bocadillo de blanc i negre amb faves. No, no hace falta que asista Vox al debate. Estamos rodeados. La osa Clavelina con y sin tacones se come a las ovejas en À Punt. Franco no ha muerto. Bellido vuelve a casa presintiendo que no ha servido de nada. San Serrat Bendito, Eduard Aguilar y Rafa Burgos, el impostor resuenan, en su cabeza. La tieta, Vals para Hormigas. T’ha eixit un fil preciós. La, la la, la. Santa Massiel Incorrupta aúlla allá a lo lejos. En el sistema límbico del taxista en flor. Una luna pasa veloz.
Los Cotino y su crucifijo. El Pare Camps ha sido liberado por la 9, el batallón fiscal republicano de liberación nacional Ecclestone. Toño Peral convoca a la prensa con la excusa de lo de Europa y de la ciudad de Alicante, y supliendo al desaparecido en combate César Sánchez, se tira por el tobogán de Estepona para concluir que es mejor no invertir en Memoria Histórica. Un respeto, compostura y dignidad ante la Shoah. Incluida la patria. A su lado, Manolo Jiménez, con su pañuelo en la cabeza i amb saragúells, en un ataque nº6 popular de autoodio freudiano, anuncia, el Día Internacional contra la Homofobia, que quiere -modo Díaz Ayuso- arrinconar al Orgullo para que no moleste procesiones ni a moros ni a cristianos. Señor, perdónales porque sí que saben lo que hacen. Mira que somos maricones los machotes de la alt-right indígena que nos da igual arrear por donde sea. Eso sí, el rojerío follatriz siempre aquí en este terreno la tiene más larga porque siempre habrá un Pedro Almodóvar, un chulo Bardem o la belleza rota y sencilla de Penélope Cruz.
