En el lenguaje de las relaciones internacionales, por cuestión de economía semántica, o por mala baba, se tiende a la simplificación: se apela al nombre genérico de los países para los estados de guerra. Israel y Rusia son los dos ejemplos más claros. El genocidio de Gaza, con hambruna infantil incluida, recorre los informativos de los medios audiovisuales y prensa escrita como si tal cosa: como haciéndonos insensibles al dolor. Yo procuro no caer en esa trampa: me sigo encabronando vivo cada vez que veo o leo el cruel exterminio a la vista de todo el mundo. Y culpo a Benjamin Netayanhu y todos sus secuaces ultras de este sinsentido. De este apocalipsis.
En vivo y en directo: y bajo la premisa, desde mi modesto punto de vista, de que Hamas se ha convertido en mero pretexto para la anexión de Gaza, de la misma forma que se están anexionando a fuego lento Cisjordania. Vergüenza ajena sentí el otro día de como recibieron a una treintena de diplomáticos en Yenín: a tiros. Quieren atemorizar al mundo entero para que no haya visitas “indeseables”.
Lo que sí tengo dudas es en plantear un boicot absoluto a Israel, país en el que el 20% de la población es árabe, entre otras cosas. Lo de TVE1 en Eurovisón me parece bien. Hay que montar ruido, el mismo que se organizó contra el régimen racista de Sudáfrica de Piether Botha. Sting, y otros artistas, hicieron más que los países democráticos por el derrocamiento del 'apartheid' y el ascenso de Nelson Mandela en 1994. Pero hay matices: cené el lunes con Georgina Higueras tras una charla (magistral) sobre Birmania y China que ofreció en el Instituto de Cultura Juan-Gil Albert de la Diputación de Alicante, presentada, la charla, por la periodista Sonia Marco. Los tres solos: qué lujo. Georgina, corresponsal de El País en Asia durante muchos años, es un modelo en la práctica de un periodismo activo y comprometido, como debe ser.
Cómo no salió a relucir en la velada Gaza. Habíamos tomado ya algún vino que otro. Y Giorgina se puso tajante (muy) con el boicot absoluto al Israel mangoneado por el corrupto Netanyahu. ¿Y el mundo de la cultura? Como estaba tan taxativa no quise ahondar. En los días siguientes me vinieron nombres imprescindibles como el del coreógrafo y bailarín Sharon Fridman, al que he visto en un par de ocasiones. En el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA) ejecutó treinta minutos de Go Figure donde se fusiona, literalmente, con otro bailarín con movilidad reducida. Conmoción estética. Y ética. Dudo que Fridman vote a Netayanhu y a su 'frikipandi' de integristas maleantes y asesinos.
- El bailarín Sharon Fridman -
Fridman, David Grossman, Amos Gitai...y, retrociendo en el tiempo, Marc Chagall: uno de mis artistas tótem de entre todas las vanguardias del siglo XX. Incluyamos a los creadores de origen judío de la Escuela de la Bauhaus con Kandinsky, Paul Klee y Moholy-Nagy entre otros.
En este contexto albergo malos pensamientos. Muy malos. ¿Por qué no abre Egipto de par en par la frontera con Gaza para que llegue la ayuda humanitaria? Respuesta: por el temor de un exilio masivo de gazatís al Sinaí (terroristas de Hamas incluidos) como ocurrió en 1948 con las 'nakba' y la huida masiva de palestinos al Líbano, Siria y Jordania. ¿Por qué la Liga Árabe, con Arabia Saudita al frente, no le pega un susto de muerte a Netayanhu? Respuesta: por cobardía; porque EEUU no quiere; y porque ya perdieron tres guerras, la del 48, la del 67 y la del Yom Kipur, 1973. ¿Por qué Donald Trump no frena en seco el genocidio? Porque no le da la gana. Está entretenido ahora en vetar la presencia de extranjeros en las universidades norteamericanas a pesar de un veto judicial que estima la medida como de inconstitucional. ¿Por qué la Unión Europea está fuera de fuego en todo esto? No hallo respuesta. Pedro Sánchez es el único que dice algo (Feijóo al rebufo).
Todo es muy complejo. Entre mis malos pensamientos, no lo puedo evitar, figura la férrea dictadura teocrática que impondría Hamas (el partido político) como régimen político. Nada en cualquier caso, insisto, nada justifica una de las peores masacres de nuestra historia reciente, desde el genocidio armenio hasta el genocidio serbio en Bosnia/Herzegovina con Radovan Karadchi ejerciendo de marioneta de Milosevic, pasando por las masacres de hutus contra tutsis en Ruanda. Me salto la 'shoah' a cosa hecha: este es otro tema.
CODA 1: El alcalde de Elche, Pablo Ruz, protagoniza un acto, organizado por Tele-Elx, para responder las preguntas de colectivos e individuos. Ruz tiene don de gentes, simpatía a raudales, y lleva Elche en su ADN. Muy difícil lo va a tener el PSOE para fraguar un candidato con cierta garra. Yo creo que uno de sus grandes logros ha sido agilizar planes parciales para liberar suelo, estimado Pablo Serrano: con la extrema necesidad que tenemos de vivienda. Además, quiere elevar las alturas moderadamente. Bien. Solo una cosa: ya no se llevan zapatos sin calcetines (o calcetines escondidos). Es 'bromi'.
CODA 2: Los problemas del Primer Mundo me importan hoy muy relativamente. Inoportuna visita de Pedro Sánchez a Valencia para reunirse con las asociaciones de damnificados por la DANA. Todo para anunciar que habrá un funeral laico de Estado. A buenas horas. Una visita semi-clandestina mareando (mucho) a los periodistas que intentaron acercarse a Él.
