La generosidad existe y por consiguiente el bien también existe. Lo digo por el tono violento y violentógeno que respiramos cada día, genocidio en Gaza, masacre en Ucrania, guerras en media África....estas últimas no salen mucho aunque el otro día en Casa Mediterráneo nos dio una conferencia exhaustiva sobre el Mar Rojo Blas Moreno, director de un medio independiente El Orden Mundial. Somalia, Yemen (con los hutís), Sudán, Eritrea...el circo de los horrores. Hubo introducción previa e intensa del director de la institución, Andrés Perelló (le gusta lucirse, bien que hace). La cultura nos vacuna, muy parcialmente, de estas cosas. El israelí Amos Gitaï representa estos días en los Teatros del Canal House con actores judíos y palestinos y con el desiderátum último de un único Estado en el que convivan todos con paz y respeto. Una utopía.
Michel Jenkins y Javier Romero donaron a la ciudad de Alicante en 2022, al Museo de Arte Contemporáneo (MACA), casi trescientos cuadros en los que se incluyen fundamentalmente todo tipo de vanguardias norteamericanas (no solo Warhol) con especial atención a las minorías, a la experimentación y a la perspectiva 'queer'. ¿La donación se hizo de verdad por amor al arte y porque Romero es de Elda? Le pregunto a un experto: "Sí, pura generosidad; es más, en Estados Unidos una donación de ese tipo tiene más ventajas fiscales porque allí está mucho más desarrollada la legislación de mecenazgo; aquí casi les cuesta dinero".
Jenkins y Romero donaron a finales del año pasado doce piezas incluidas varias de la artista afroamericana Kara Walker, todo un lujo donde se explora identidad, género, racialización y violencia, y ahora acaban de transferir al MACA, a través de una cesión temporal de cinco años, obras de un buen ramillete de artistas de la Comunitat Valenciana donde se incluye a Ana Teresa Ortega (Premio Nacional de Fotografía) y a los también alicantinos Jesús Zuazu (complejo y polisémico), Aurelio Ayela (puro nervio conceptual a base de sus esculturas e instalaciones), Josep Ginestar (volcado últimamente en instalaciones efímeras con arena y materiales autóctonos) y Pep Miralles (pionero en España en explorar los vericuetos del Sida, con energía y mucha carga crítica; también con belleza). Como los conozco a casi todos evito dar más juicios de valor. Contenta tiene que estar la conservadora del museo, Rosa Castells. Corre el rumor de que alguien la tiene enfilada.

- El alcalde de Alicante, Luis Barcala
- Foto: PLAZA
El Ayuntamiento de Alicante con su alcalde Luis Barcala al frente está en deuda con ellos, los mismos que han expresado que sus donaciones deberían ser un acicate esencial para ejecutar de una vez por todas la ampliación del MACA, idea que se barajó con intensidad en 2022, y que sigue estando en el limbo. Ahora resulta que hay que reclasificar para usos culturales la parte de detrás del museo. Y, lo más complejo, buscar financiación: 16 millones de euros; en los presupuestos de 2025 se han destinado cero euros. Confían Barcala y los suyos en los fondos europeos en vez de haber hecho hucha estos tres últimos años.
O buscar patrocinadores privados. O que atraquen un banco. Le va a pasar al proyecto de ampliación lo mismo que a la reforma integral del Teatro Principal que se viene barajando desde que el socialista Gabriel Echávarri accedió a la Alcaldía en 2015. La Generalitat entró en el accionariado del coliseo hace unos años. Pero con lo de la Dana está casi desaparecida en cuestiones culturales. De momento ya han empezado unos arreglillos en la parte exterior que está hecha unos zorros. La intervención global está por ver; y han transcurrido ya diez años.
Por lo demás, todo casi bien. El Instituto de Cultura Juan Gil-Albert que depende de la Diputación presidida por el popular Toni Pérez, y dirigido por la periodista Cristina Martínez va viento en popa. El legado y objetos personales del poeta alcoyano en la Caja de Las Letras del Instituto Cervantes. Y se está cociendo un número de Canelobre (otro más) sobre el autor de Las Ilusiones bajo la coordinación de Manuel Valero. El otro día me acerqué a la Casa Bardín, a una charla de Ángeles Espinosa, moderada por Sonia Marco, sobre “La Cultura en tiempos de guerra”. La periodista de El País condenó el genocidio en Gaza a la vez que alertó de que los avances de las mujeres palestinas se deben al contagio de las mujeres israelíes laicas y demócratas. Los palestinos constituyen el 20% de la población de Israel.

- Asun Noales, a la izquierda de la imagen.
- Foto: PLAZA
La directora de la sala Arniches Alicia Garijo me dice que va a echar el pulmón para una nueva edición de 'A la Fresca', referente del nuevo circo, danza, y artes escénicas plurales y mestizas. La coreógrafa ilicitana Asun Noales sigue echando medio pulmón para que no decaiga 'Abril en Danza' que se puso en marcha en 2012. Coincido con ella en L'Escorxador de Elche para disfrutar de la compañía búlgara Derida. Pasote estético y conceptual. ¿Cuando traes a Alicante Prometeo?, le pregunto. En verano, me contesta pero me ruega que no ponga ni el sitio ni la fecha. No lo pongo. Noales acaba de estrenar Prometeo en Danza Valencia. No sé de donde saca el tiempo esta mujer. El paso mes de diciembre ejecutó en el ADDA, con la orquesta sinfónica de Josep Vicent, el Romeo y Julieta de Prokofiez, basado en Shakespeare. Cito cosas buenas de la cultura en Alicante (Pombo, Premio Cervantes) y no me olvido de Pepe Calvo, cada vez más prolijo, o de María Dolores Mulá cuya exposición Deconstruyendo la abstracción se ha prorrogado hasta el 4 de mayo en el Centro de El Carmen de València.
CODA: Me ahorro citar mediocridades, cuando no bodrios, en el ámbito de La Cultura (en mayúsculas). No quiero disgustos. En junio, hay una mini-gira de una orquesta neerlandesa compuesta por más de 50 músicos, bajo la mediación de Manuel Ramos, en Orihuela, Altea y la concatedral de Alicante. Elche no figura en el recorrido: ni han cogido el teléfono. Bueno, otro día hablamos de la concejala de Cultura Irene Ruiz Nortes. No quiero hacerme mala sangre.