España no acudirá a la próxima edición de Eurovisión si en la misma participa Israel. Así lo ha decidido el consejo de RTVE con el aval, lógicamente, del Gobierno. Se suma así a la iniciativa de Eslovenia, Irlanda, Islandia y Países Bajos; de momento. Se trata de reforzar el boicot de Occidente al genocidio que está perpetrando el Ejército israelí en Gaza y en Cisjordania. No voy a entrar en la disquisición de si es genocidio: les invisto, estimados lectores, a que lean la definición que proporciona el Diccionario de la Real Academia. 65.000 muertos y miles de niños muertos de inanición no son un daño colateral. No olvidemos el permanente acoso en los territorios ocupados, Cisjordania y Jerusalem Este, con centenares de asesinatos a sangre fría por parte de los colonos ultra-ortodoxos avalados de forma implícita y explícita por el Ejército.

No acabo de entender del todo los titubeos del PP que reclama un tiempo de espera para ver cómo se pronuncia la Corte Internacional de Justicia tras la denuncia de Sudáfrica cuando ya hay una comisión específica de la ONU que ha tildado lo de Gaza de genocidio. Y cuando Francia y Reino Unido, dos de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad del alto organismo, ya se han pronunciado a favor de crear un Estado Palestino, retomando la estela de los Acuerdos de Oslo de 1993 . España, Pedro Sánchez, ha sido el primero. Tiene su mérito: a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Aunque haya sacado pecho por Palestina para tapar sus asuntos de corrupción como vomita un sector de la retroderecha. Total que 147 países de los 193 que conforman la ONU están a favor del Estado Palestino. Casi todos menos el payaso de Donald Trump, favorable a sumarse a “Rusavisión”, un invento de la época soviética que quiere reavivar ahora Putin.

Total que si Israel participa en Eurovisión el Benidorm Fest se va a quedar en un concursillo tipo Operación Triunfo en el mejor de los casos para mayor berrinche de su alcalde Toni Pérez  (también presidente de la Diputación alicantina) y la legión de seguidores del evento que a mí me la trae al pairo: no me gusta Eurovisión, sorry. Una horterada 'semi-queer' con sobredosis de música facilona. Esto sí que sería un daño colateral.

Yo tengo muchas contradicciones con lo de Israel. Aún espantado como estoy con el genocidio promovido por Netanyahu y dos ministros ultras más malos que la quina: su ley es la Torá y en la misma se dicta, dicen ellos,  que Israel comprende Cisjordania, buena parte parte del Líbano y Siria, la península del Sinaí....Echo de menos en las protestas promovidas por la extrema izquierda y el PSOE algún tipo de pronunciamiento sobre Hamás un partido/movimiento promovido por Irán con un único objetivo: instaurar una dictadura teocrática y arrojar a los israelís al mar; otro genocidio. No me agradaron las escenas de los violentos en la Vuelta Ciclista.  No me agrada la violencia; me solivianta muchísimo.

Tel Aviv era hasta ahora uno de los centros más importantes del mundo en producción de cultura contemporánea, y muy especialmente en danza (siento especial devoción por Sharon Freedman). También por Marc Chagall que reinterpretó en sus cuadros buen parte del imaginario judeo/asquenazí. En España las salas de exhibición ya han establecido  un veto sobre cualquier cosa que huela a Israel. Y estoy convencido de que el mundo de la cultura no vota a Netanyahu, del mismo modo que los dos ex primer ministros Ehud Barak y Ehud Olmet ya han acusado al mismo  de convertir a Israel en un “paria internacional”.

Pero hay una ecuación aplastante que debo acatar: Si Rusia está vetada en todos los eventos deportivos internacionales (Juegos Olímpicos) así como certámenes socio-culturales de cualquier tipo, ¿por qué hacer una excepción con Israel? Es doloroso: solo un boicot internacional a gran escala propiciará la caída del régimen israelí, una dictablanda dominada por la barbarie. Boicot internacional y una actitud realmente activa de los países árabes. Así cayó en Sudáfrica Pieter Botha a finales de los ochenta y su abyecto regimen de apartheid del todo extemporáneo y criminal.

En fin: boicoteemos pues a Israel, aunque tengan que pagar justos por pecadores.

CODA: El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) el socialista Miguel Polo informó a las 18.45 de lo que había en el barranco del Poyo. 18.45. Y lo hizo este viernes ante la jueza de Catarroja que lleva el caso. Hubo también algunas lagunas escudándose siempre en que la competencia última era de la Generalitat. La CHJ controla básicamente los ríos (el Magro, cortado por la presa de Forata)  y no los barrancos. Polo ha sembrado más confusión a la ya existente cuando además la comunicación al Cecopi fue por correo electrónico. Aquí, cada palo tendrá que aguantar su vela.