La situación del servicio ferroviario en España no está pasando por su mejor momento. A los problemas en la alta velocidad se suma los recurrentes problemas con los cercanías en Madrid o en Barcelona.
Para los usuarios del cercanías C1 Murcia - Alicante, esa situación es el día a día desde hace muchas décadas. Problemas en las estaciones (por ejemplo, ascensores que no funcionan en la estación de Elche Parque), retrasos de los trenes o saturación de pasajeros. Sorprenden dos cosas: nuestros problemas no existen para los programas de noticias nacionales y es un contrasentido que desde el Ministerio nos digan que tenemos que usar más el transporte público pero el servicio es deficitario en muchos sentidos.
En los primeros años de este siglo XXI el Ministerio de Transportes decidió como iba a llegar la alta velocidad a la provincia de Alicante y también a la Región de Murcia. Entiéndase que cuando digo 'alta velocidad' me estoy refiriendo a una infraestructura moderna, con ancho estándar y electrificada y, además, dentro del Corredor Mediterráneo.
La entrada a nuestra capital estaba relativamente clara, pero no así con el tramo que conectaría con la Región de Murcia. Alguien decidió que ese tramo tenía que partir desde Monforte del Cid para recorrer la Vega Baja y llegar a Murcia, dejando fuera a nuestra ciudad, al aeropuerto, al Parque Empresarial y todo el resto de potentes infraestructuras que tenemos en dicho entorno.
Otro gallo habría cantado si desde Elche y desde nuestra capital, con esa unión de fuerzas que ahora tanto se anuncia, se hubiera luchado para evitar que ese tramo parta desde Monforte del Cid. Lo idóneo debería haber sido la ejecución de la Variante de Torrellano, con su entrada al aeropuerto y el paso por el casco urbano de Elche.
Eso habría permitido la modernización completa de la red ferroviaria de Elche, de la misma forma que ha sucedido con toda la línea a su paso por la Vega Baja donde municipios como San Isidro, Cox, Callosa del Segura, Orihuela, Beniel y Murcia, han visto modernizada la línea con nuevas estaciones, electrificación y cambio a ancho estándar, vamos, su incorporación al Corredor Mediterráneo.
Las consecuencias son evidentes, la red ferroviaria de Elche está obsoleta y, o se toman cartas en el asunto urgentemente o nos exponemos a un posible transbordo de pasajeros del cercanías en San Isidro ya que, cuando se incorporen los nuevos trenes de cercanías eléctricos, estos no podrán continuar viaje desde San Isidro hasta Elche, Torrellano y Alicante, debido a la diferencia del ancho de vía y la falta de electrificación. Bueno, el cercanías podrá llegar a Alicante por Monforte del Cid.
Quizás, con ese previsible transbordo, disminuirá el número de pasajeros del cercanías en Elche y eso puede llevar al cierre del tramo que pasa por la ciudad por falta de rentabilidad. Vamos, que si se cumple lo expuesto tendremos que ir a la estación de Elche Alta Velocidad para subir al cercanías con dirección a Murcia o a Alicante. Recuerdo que dicha estación de alta velocidad está a unos 10 kilómetros del casco urbano. Todo muy lógico para potenciar la llamada “movilidad sostenible”.
En este casi cuarto de siglo hemos visto publicados varios estudios y proyectos para intentar solucionar el problema de Elche. La última licitación de ADIF pretende poner una, digamos, tirita urgente para evitar el transbordo antes mencionado. En resumen, cambiar el ancho, electrificar y alguna cosilla más. Algo que, si bien puede solucionar parte del problema ya que evitaría el transbordo en San Isidro, no soluciona nuestro problema de movilidad ya que impide, al no duplicar el túnel de Elche, frecuencias del cercanías de 10 ó 15 minutos en horas punta. Y ya sabemos que el ferrocarril es la infraestructura más inmóvil que existe, anuncian algo como temporal pero queda como tal durante cien años.
En paralelo justo este verano el instituto Ineca, junto con la CEV, la Cámara y Hosbec, presentaron su propuesta de vertebración ferroviaria con el lema “Para conectarlo todo”. Incluye propuestas muy interesantes para nuestra red ferroviaria, como la duplicación del túnel de Elche, la conexión con la estación Elche Alta Velocidad, una nueva estación en Elche Parque Empresarial o en el aeropuerto y por supuesto, la Variante de Torrellano como nuevo acceso a la ciudad de Alicante.