ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante continúa avanzando en la planificación de su política de gestión de residuos más allá de 2021, cuando expira el contrato de explotación del servicio de recogida y tratamiento, y ya sopesa la posibilidad de abordar una futura ampliación del vertedero de Fontcalent, de titularidad municipal. En concreto, se trataría de dar cabida a la construcción de una quinta celda para el depósito de los desechos no recuperables, a través del nuevo proyecto de gestión de las instalaciones que conllevará una nueva licitación.
Esa posible ampliación ya está amparada en el propio contrato de gestión actual, de 2013, como también lo estaba en el contrato precedente, del año 2000, según subrayó este viernes el edil de Limpieza, el popular Manuel Villar, a través de un comunicado. De hecho, el regidor recalcó que la actual concesionaria de la planta (la UTE compuesta por FCC, Ferrovial, Inusa y Grupo Cívica) tiene la obligación contractual de ceder al Ayuntamiento de Alicante una superficie total de 60.000 metros cuadrados cuando expire el plazo de su concesión. Esa superficie corresponde a los terrenos en los que se asientan las actuales instalaciones del vertedero, así como una reserva de suelo adicional para acometer esa posible futura ampliación. Es más, Villar recordó que ese compromiso de reversión de los terrenos también figuraba en el contrato de explotación de la planta del año 2000, cuando su gestora era la empresa Inusa en solitario.
Los ecologistas recuerdan que la construcción de la quinta celda quedó anulada por el TSJCV en 2017 y aseguran que volverán a recurrir si se promueve de nuevo
Y esa es, precisamente, la operación a la que Inusa (como se ha dicho, una de las empresas que componen UTE Alicante) está dando trámite justo ahora, al tramitar la inscripción registral de los terrenos que ya eran de su propiedad desde hace más de 20 años, aunque no se habían registrado hasta ahora, según fuentes consultadas por Alicante Plaza. O lo que es lo mismo, que Inusa (y por tanto, UTE Alicante) está cumpliendo los pasos requeridos para preparar la entrega de los terrenos al Ayuntamiento como parte del proceso de extinción de su concesión (dentro de dos años).
De ahí que el ayuntamiento esté inmerso en la preparación de su nueva licitación. Como recordó Villar, el primer paso de ese proceso, comprende la definición de un nuevo plan de gestión de residuos que ya ha sido encomendado a "un equipo multidisciplinar formado por ingenieros, geólogos, abogados y otros técnicos". Ese trabajo de planificación previa debería estar concluido en un plazo inferior a un año desde el momento en el que se adjudique el contrato de redacción del Plan, así como el proyecto de gestión.