ALICANTE. Este viernes arranca la duodécima edición del Low Festival que se celebra en Benidorm. Con un "cartel heredado", como dice el director José Piñero, pero con un público con muchas ganas y a punto de agotar los abonos, lo más importante es que vuelve la cita, después de dos años de cancelación por la pandemia. Piñero admite que existe una burbuja de público en los festivales, pero que tras él hay una imagen irreal de ellos: no son un negocio fácil, hay que cuidar mucho los servicios y que esta especie de burbuja se regulará el próximo año. Piñero defiende que el Low ha reforzado los servicios para que la gente esté cómoda, disfrute de los conciertos y con sensación de estar al aire libre. De todos el cartel, recomienda presenciar el concierto de los franceses La Femme. Así fue la conversación con Alicante Plaza.
-¿Qué novedades tiene este año el Low Festival, más allá del cartel?
-Pues que hay festival (ríe). Después de dos años, vuelve el Low, el espíritu del Low, su tipo de cartel, etc. Parece que haya pasado la pandemia y nos da la sensación de que no hemos estado sin Low tanto tiempo.
-A nivel de servicios e infraestructuras, habéis tenido que adaptar alguna cosa, aunque no haya restricciones…
-El tema de las producciones las cuidamos mucho. Intentamos que los aforos lleguen al 75% frente a otros que meten a todas las personas que pueden. Buscamos, por tanto, la comodidad y una buena sensación en el aire libre. Contamos con un recinto impresionante, son 44.000 metros cuadrados.
"La gente va a estar más cómoda. No somos un festival masificado"
La sensación va a ser la de siempre, y lo que hemos hecho es cuidar todo más, además de aumentar los servicios un 25%. La gente va a estar más amplía y más cómoda. No somos un festival masificado. Serán unas 22.000 personas las que pueden ver las bandas frente a otros aforos más grandes.