ALICANTE. Que la sociedad está construida siguiendo unos patrones normativos es un hecho. Y que hay personas que reman a contracorriente para romperlos, también. Para entenderlo mejor, un ejemplo: en líneas generales, la sociedad parte de la premisa de que todo el mundo es heterosexual hasta que diga -y parece que se le fuerce a confesarlo- lo contrario. A una persona hetero no se le presiona para que pregone su orientación sexual; sin embargo, a alguien homosexual casi se le exige incluir su condición sexual en su carta de presentación. Otro ejemplo que podría ir sobre esta canoa que rema río arriba es el poliamor frente a la monogamia. Un tema que Sandra Bravo trata de manera recurrente en su web Hablemos de poliamor y que ha trasladado al libro Todo eso que no sé cómo explicarle a mi madre. Poliamor, sexo y feminismo.
La natural de Busot presentará esta obra en la librería alicantina Fahrenheit el jueves 15 de julio a las 19:00 horas. Pero no será un evento unidireccional, ya que la autora pretende crear un debate centrado en lo que ella denomina poliamor monógamo: "Una persona que no actúa con ética, transparencia y responsabilidad afectiva en una relación monógama va a fastidiar a una persona y si está en un modelo de relaciones poliamorosas va a hacer sufrir a más personas. Es decir, si se duplican las parejas en una misma relación, pero no se cambia absolutamente nada, sigue siendo una monogamia pero duplicada", explica la paradoja del poliamor monógamo.
En este sentido, Bravo considera que el poliamor está rodeado de confusión, sobre todo porque "esta forma de amor se está viviendo en una sociedad que no tiene ni asumida ni trabajada la responsabilidad afectiva. Se da en una sociedad con unos valores patriarcales, capitalistas, muy condicionada por unos cánones de belleza determinados y una visión muy sexualizada de las relaciones". Si existiera un manual de lo que no es el poliamor, el top 1 lo ostentaría la creencia de "estar en varias relaciones al mismo tiempo sin tener la obligación de dar explicaciones; eso no es cambiar, sino hacer lo mismo que se ha venido haciendo", desmiente.