MADRID. La segunda generación del Nissan Leaf, el compacto eléctrico de la marca japonesa, ha sufrido una profunda transformación, tanto en diseño exterior como en autonomía, que le sitúa en la dirección correcta y le convierte cada vez más en una primera opción para los que necesiten recorrer cada vez distancias más largas con cero emisiones.
Si con la primera generación se podían circular unos teóricos 250 kilómetros, con la segunda -a la venta desde octubre de 2017, aunque las primeras unidades han llegado en marzo de este año- se pueden llegar a hacer unos 350 kilómetros, según el ciclo de homologación NEDC.
Con la nueva homologación WLTP, más aproximada a una conducción real frente a una prueba de laboratorio, los 350 km se reducen a 270 km en el ciclo combinado (en el urbano Nissan asegura que puede ascender a 389 km).
Para los que vayan a utilizar el vehículo en trayectos de unos 100 kilómetros al día -50 km de ida al trabajo y otros 50 km de vuelta al hogar por autopista y ciudad- decirles que la autonomía con la que deben jugar tras una recarga completa es de unos 250 km, independientemente de que en marcha sean capaces de arañar algo más al coche durante el desplazamiento.
Sobre todas estas cifras, oficiales y las conseguidas por Efe durante la prueba, decir que poder o no alcanzarlas depende de muchas variables: de la temperatura exterior -si conectamos la climatización disminuye la autonomía-, de la velocidad y la forma de conducir -si es dinámica también afecta a la batería-, del número de personas que transportemos y de que sepamos aprovechar la tecnología del coche para recuperar energía, entre las más destacadas.
Por lo que respecta a la batería, está ubicada entre los ejes delantero y trasero, es de iones de litio y tiene una capacidad de 40 kwH (frente a los 30 kwH del primer Leaf).
En una toma de corriente de 3 kW se tardan unas 16 horas en recargarla, un tiempo que puede recortarse a casi la mitad en un enchufe de 6 kW.
Otra opción que existe, según Nissan, es la de utilizar una estación rápida, en la que, en unos 40-60 minutos, se puede recuperar hasta el 80 % de la batería (está cubierta la pérdida de capacidad por debajo de 9 barras -de las doce con las que cuenta- durante 8 años o 160.000 kilómetros).
Como ejemplo en un enchufe doméstico, señalar que, en unas doce horas (de doce la noche a once y cuarenta y nueve de la mañana siguiente), se ha recargado un 82 % de la batería (hasta 183 kilómetros, frente a los 48 km con los que llegaba el coche de autonomía).
En otra de las pruebas -se llega a casa y se aprovechan unas horas (de 16:11 horas a 19:49 horas)- la autonomía de más conseguida ha sido de 50 kilómetros. De 117 km a 167 km.