ALICANTE. Espasa publica el 15 de enero la nueva entrega poética de Niño de Elche, un libro-conversación con una escultura de un monje en madera realizada por el nicaragüense Ernesto Cardenal. En este diálogo, entre silencios y confesiones, el artista indisciplinar y exflamenco guarda un sonido que se esconde en una sombra de la escultura del monje. Todo sonido tallado recoge algo que no se ve. Este es el hondo aprendizaje que abrigan estas páginas.

"Aceptas que tu único trabajo sea dejar que te contemple y que mis cavilaciones interrumpan tu silencio. Que se posen en tu hábito de madera y que la oscuridad de la noche haga presencia en el reflejo de tu peana, aquello que te mantiene firme y donde me apoyo. De ti aprendo a permanecer erguido mientras el mundo da vueltas", relata en la publicación.

"El paso de los años por el tiempo hará que tu brillo sea algo más tenue pero iluminará más vidas porque este tipo de luz calma el ritmo de lo cotidiano. El sol no destella en ti ya que lo absorbes con la aceptación de una afectuosa caricia. Irradias calor y frescor a partes iguales, como un árbol verde que resiste el viento solano. Eres como la tierra mojada preparada para engendrar lo dado, o sea, aquello que es duro como una semilla. Estar en vilo es el silencio que guarda toda creación, todo nacimiento, todo cambio", continúa describiendo.