Una semana espectacular. Pedro Sánchez ya tiene su legislatura garantizada. Ximo Puig descubre que puede haber vida política después del Botànic. Paco Sanguino consolida su liderazgo. Carlos Mazón se muda a València a ejercer -le abre una ventana el maestro de periodistas Vicente Climent- de jefe de la oposición. Arnaldo Otegi abraza la democracia. Uğur Şahin y Özlem Türeci dan con la vacuna. Donald Trump, más allá del bien y el mal, rompe el bipartidismo USA. Xi Jin Ping y Vladimir Putin, el sonido del silencio, a lo suyo: el futuro. Europa, a lo nuestro: un museo.
Nancy Pelosi habla y evoluciona en la pantalla como Nicole Kidman en ‘The Undoing’. Gerard Fullana amb la seua aixà pide transparencia -José Joaquín Ripoll debe un banquete fósil de 2.500 cubiertos en IFA- en las cuentas del PP. Cerco al castellano y a la concertada. Consignas: apunta, que diría el Pare Camps. Pablo Casado emite dos mensajes desde el hemisferio derecho de Aznar: “Pablo Iglesias se está comiendo al PSOE” y “A Inés Arrimadas ni me la toquéis”. Albert Rivera ya está en nómina. Se echa de menos la calidez, clarividencia y sutileza intelectual de Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta–Ramos. Santiago Abascal se sienta mañana en el banquillo en Barcelona. Habrá navidad: Chenoa y Ana Obregón darán las campanadas. Gloria Lomana propone de caganer a Fernando Simón. Alquimia. Ciencia. La niña de la curva.
Luis Barcala escucha en el oído derecho el timbre de las bicicletas y apatrullando con su platillo volante los pasillos y secretos de la Audiencia, el Cabo de las Huertas y las antenas del Castillo de Santa Bárbara, dispara contra los pobres. David Bowie legionario cantueso oro suplica salida deshonrosa al hiperespacio exterior. Se gratificará. Alguien cae asesinado en Teherán. José Luis Martínez- Almeida enciende kilómetros de lucecitas navideñas con la bandera nacional. En Alicante el milagro del prendimiento se hará -qué cachondo el alcalde- el 20 N. Visto para sentencia. Todo el mundo habla de Sonia Castedo, Enrique Ortiz, Luis Díaz Alperi. De su poca vergüenza. De la yegua -regalo de Sanguinés - Krause- de Victoria Federica. Y de su abuelo Juan Carlos I. Que no está confinado en ninguna residencia. Sino en su propia miseria. Con su abrigo de leopardo de las nieves. En este segundo pita mi móvil.
José Luis Ábalos, perfectamente iluminado, está sentado en un vagón de un tren en su ciudad santa. Escucha el trajín de besos perdidos, maletas de cartón, el vapor hirviente en los zapatos y recuerda la pequeña letra jacobina de Largo Caballero. Vicente Boluda le exige que el gobierno tenga “mayor agilidad” y se “ponga las pilas”. Juan Roig señala que “no tener la España circular unida a la España radial es una animalada”. Federico Félix le dice “tienes que hacer más de lo que haces”. El ministro piensa en un bocadillo de sang amb ceba, se quita el maquillaje y va derecho a rezarle una novena a la Mare de Déu dels Desamparats. Después, el aperitivo, en Aquarium. José Bono se estrena en Tik Tok. AC/DC y Billie Eilish resurgen. Y una bellísima y esplendorosa Sophia Loren se nos reaparece. Crecer en tiempos de COVID. Monseñor Cañizares, de rodillas, reza ante el Santo Cáliz por nuestros pecados. Amén.
