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Aprendiendo a vivir con Trump

  • Donald Trump.
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Desde la llegada al poder de Donald Trump, la renta variable estadounidense se ha desplomado: su política arancelaria está sembrando la preocupación. Más recientemente, se han generado ciertas dudas sobre el crecimiento estadounidense, pero existen esperanzas de un mayor crecimiento en Europa. Por nuestra parte, también nos inclinamos en esa dirección. Nuestro Gráfico de la Semana muestra nuestras previsiones de retorno del crecimiento para los próximos 12 meses, basadas en nuestras últimas perspectivas estratégicas.

Nuestro escenario central sigue siendo que la tensión, incluida la procedente de los mercados, puede terminar provocando ajustes en la política estadounidense que hagan que los recientes retrocesos de Wall Street parezcan excesivos. En particular, no esperamos que se mantenga el nivel de aranceles represivos anunciado hasta la fecha. Sin embargo, es probable que el panorama siga siendo desigual en el mejor de los casos. Por ejemplo, es previsible que el propio planteamiento de aranceles bilaterales recíprocos sobre determinados bienes procedentes de algunos países genere mucha incertidumbre a corto plazo, nuevas dificultades administrativas y otros quebraderos de cabeza a largo plazo.

Pocos agentes del mercado esperaban que esto ocurriera. Se consideraba que las amenazas comerciales eran principalmente una táctica de negociación, mientras que los recortes del impuesto de sociedades y la desregulación estimularían los “espíritus animales” e impulsarían los mercados de renta variable estadounidenses, ya alentados por el “excepcionalismo estadounidense”, a nuevas máximas.

En cambio, Trump y varios miembros de su gabinete han señalado su voluntad de empujar potencialmente a Estados Unidos a una recesión en aras de un anhelado reequilibrio de la economía estadounidense. Las políticas impredecibles ya están mermando el sentimiento entre las empresas y los consumidores estadounidenses. La falta de confianza se ha reflejado incluso en las calificaciones crediticias de Estados Unidos y en las primas de riesgo de los bonos corporativos.

En el resto del mundo, el escenario está más atenuado, aunque mantenemos nuestra opinión favorable al oro como posible contrapeso a la incertidumbre geopolítica. Los aliados tradicionales de Estados Unidos se están distanciando de Washington. En el caso de los inversores, esto puede fortalecer los argumentos a favor de carteras diversificadas a escala mundial.

Por primera vez en muchos años, los inversores institucionales estadounidenses parecen mostrar un mayor interés por la renta variable europea. Sin embargo, en nuestra opinión, Europa ya no es tan económica según sus propios criterios históricos, por lo que nuestras previsiones de rentabilidad también son bastante moderadas.

Por todo ello, los bancos centrales y los inversores en renta fija se debaten entre la inflación y el crecimiento. Esperamos que la Reserva Federal recorte los tipos dos veces más durante el periodo de previsión. Esperamos que el Banco Central Europeo recorte los tipos una sola vez. Esto contribuye a nuestra previsión de un dólar más débil, a 1,15 dólares por euro en marzo de 2026.

La deuda pública estadounidense debería seguir cotizando en un intervalo relativamente estrecho; vemos los rendimientos del Tesoro a 10 años en el 4,5% en marzo de 2026. A pesar de las enormes medidas fiscales que Alemania está a punto de aprobar, vemos los rendimientos del Bund por debajo del 3% dentro de doce meses, entre otras cosas por el bajo crecimiento potencial de Alemania. En bonos corporativos, preferimos investment grade a high yield.

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