ALTEA. El Ayuntamiento de Altea ha dado un paso importante para regular dónde y cómo se permite la actividad de las Viviendas de Uso Turístico (VUT). El pleno aprobaba este miércoles de manera inicial la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana para incorporar una ordenanza pionera que delimita la implantación de estos alojamientos en el municipio. Un trámite que está a la espera de ser aprobado de forma definitiva después de superar su fase de exposición pública.
El documento, al que ha tenido acceso Plaza, recoge cuáles son las 15 zonas donde se plantean restricciones por sus niveles de vulnerabilidad en diferentes grados. El más alto, que prohíbe dar nuevas licencias, es el que contempla el Núcleo Histórico Tradicional de Altea; Clot de Mingot; Piteres; Carrer La Mar; Avenida, Paseo Marítimo; Fachada Marítima; y Nueva Fachada. Hay una excepción, que su adecuación suponga la recuperación del patrimonio arquitectónico tradicional. Es el caso de la rehabilitación de edificaciones construidas con materiales y técnicas constructivas tradicionales para inmuebles de más de 50 años de antigüedad y situadas en los Núcleos Históricos Tradicionales, o recogidas en la Sección de Patrimonio Cultural del Catálogo de Protecciones, con cualquier nivel de catalogación.
Le siguen las consideradas zona en riesgo alto de vulnerabilidad. En ella se encuentra Llanos del Castillo, Avenida de la Nucía, Altea NUH1 y Núcleo de L’Olla - Cap Negret. En zonas en riesgo medio de vulnerabilidad figuran el polígono Rotes-San Chuchim, Mascarat Norte, Cap Negret y Cap Negret norte. En ambas categorías se contempla la instalación de nuevos alojamientos siempre y cuando cumplan con un requisito: no superar el Índice de Presión Residencial -que es el porcentaje de Viviendas de uso turístico sobre el total de viviendas-, para el primero, del 4%, para el segundo, del 8%.
A su vez, se permite continuar aprobando nuevas licencias para el resto del municipio que se ha acotado en 34 zonas con suelo urbanizable. Eso sí, todo ello teniendo en cuenta que se fija un límite máximo del 16% de VUT con respecto a todo el parque de viviendas residenciales. Entre las áreas que se libran de estas restricciones está el Núcleo Histórico Tradicional de Altea la Vella, donde entran: Santa Clara, Paradiso, Jardín de Alama, Alhama Candela, Sierra de Altea Golf, Sierra de Altea I y II, Urlisa I, II y III, La Mallá, Mimosas y Galera de las Palmeras. A lo que hay que añadir, entre otras, Mascarat Sur, Galera Baja y Galera del Mar, Tosal del Molar, Urbanización La Olla, Montahud, Olla Costa, Marimontaña I, Villagadea, o Garganes.
Situación de las viviendas turísticas
Tal y como recuerda el Ayuntamiento, el punto de partida fue el mes de enero de 2024, cuando decidió suspender la emisión de informes de compatibilidad urbanística, necesarios para registrar la propiedad de manera legal. Lo hacía tras detectar que Altea ya contaba con más de 2.200 VUT, lo que representaba el 12% del parque de vivienda del municipio. Sin embargo, estas cifras han variado desde entonces, hay que tener en cuenta que la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo está dando de baja aquellas que no cumplan con todos los requisitos.

Así, según se desprende de la ordenanza propuesta y con los datos de mayo de 2025, Altea cuenta con 1.523 VUT que se traducen en 7.469 plazas. Casi una tercera parte de ellas se alojan en las urbanizaciones de la sierra que abarca 5,7 km cuadrados (de casi 8,6 que comprende el área del municipio analizado). En concreto, constan 429 alojamientos. No obstante, está en riesgo bajo de vulnerabilidad por el sistema de cálculo de los índices.
Todo el proyecto de regulación se ha realizado en base al Indicador de Vulnerabilidad Territorial (IVT) que se calcula teniendo en cuenta el Índice de Presión Residencial (IPRE), el porcentaje de vivienda principal sobre el total de viviendas y la densidad de viviendas.
Y ahora, ¿qué?
¿Hay margen para crecer en esta actividad? Como se decía, el Ayuntamiento también ha puesto un límite global para el número de alquileres vacacionales. No podrán sobrepasar el 16% del total de viviendas residenciales. Cuando iniciaron el proceso, el porcentaje estaba en el 12% y en la actualidad se sitúa en el 9,8%.
Durante el periodo de exposición pública de 45 días se reactiva la suspensión de licencias en las zonas tensionadas en los siguientes ámbitos: Pla de Castell, Avenida La Nucia, Piteres, Avenida Jaume I y alrededores, Clot de Mingot, Calle La Mar y fachada marítima hasta la zona del puerto, Cap Negret (desde el río hasta el nucleo de L’Olla-Cap Negret de Cala del Soio), Mascarat Norte y Nucleo Histórico Tradicional (con excepciones puntuales). Por tanto, para el resto pueden seguir solicitando licencias como ocurría desde enero de este año, cuando caducó el año de suspensión aprobado en 2024. El nuevo plazo se aprueba para otro año, aunque el podría recortarse en el caso de que se resuelvan las alegaciones antes.
La nueva norma prevé revisiones periódicas cada cinco años y una actualización anual del IPRE, garantizando así un sistema dinámico, adaptado a la evolución del municipio. Con esta medida, Altea se convierte en uno de los primeros municipios en regular las viviendas turísticas desde el planeamiento urbanístico, una decisión que han seguido otras localidades de la Comunitat Valenciana de distinto signo político.
