BENIDORM. Aunque ya han pasado más de cinco años desde que comenzó la pandemia por covid-19 en España y gran parte del mundo, lo cierto es que hay una iniciativa que nació en aquel contexto y que sigue en pie. Aunque a duras penas. En la Marina Baixa solo sobrevive en Finestrat y Benidorm. Se trata del bono consumo, una campaña que se creó para ayudar económicamente a las familias en época navideña en unos momentos complicados por los estragos en el empleo y la economía, sobre todo en los municipios turísticos. Tenía doble vertiente, para aquellos que querían hacer sus compras, pero también para los negocios que necesitaban mantener las ventas.
Benidorm aprobó este lunes la partida económica para poder sufragar una nueva edición en diciembre, aunque en lugar de poner a disposición de la población cinco bonos con un total de 50 euros, será de tres para alcanzar los 30 euros. Una solución que ha encontrado la respuesta positiva de comerciantes y hosteleros.
Las asociaciones representantes de estos dos sectores: La Asociación Independiente de Comerciantes de Benidorm (AICO) y la de Bares, Restaurantes y Cafeterías (ABRECA), han lanzado este martes un comunicado en el que han querido manifestar el respaldo a esta iniciativa junto al rescate del proyecto del parking de la avenida Jaime I.
Sobre lo primero, ambas mostraron su satisfacción respecto a la celebración de una edición después de la "incertidumbre" que existía después de que la Diputación de Alicante optara por no incluir una partida específica que permitiera renovar un año más la ayuda a los municipios para poner en marcha la campaña. "Queremos agradecer la sensibilidad demostrada tanto por el PSOE, Vox Y PP por realizar las gestiones necesarias". Una decisión que estiman que servirá para estimular las compras en el comercio local. Todo ello sabiendo que en septiembre Aico manifestó su preocupación por la caída de ventas en lo que va de año.
De este modo, destacaron las "dificultades legales que el gobierno local tiene por las limitaciones que la administración central impone para hacer uso de los excedentes de tesorería de los ayuntamientos", agradeciendo "el esfuerzo presupuestario". Para las asociaciones locales, el bono consume permite dar vida a los barrios, genera puestos de trabajo e impulsa el consumo local en las empresas.
Finalemente, con respecto al parking de Jaime I, consideran que es "acertado", eso sí, siempre y cuando los plazos no se alarguen más allá de los 15 meses anunciados. De lo contrario, avisan que podría provocar incomodidades y pérdidas económicas a los empresarios afectados. "Consideramos que cuantas más plazas de aparcamiento tengamos disponibles para acercar a nuestros clientes y visitantes a los establecimientos, más oportunidades se generarán para mantener, promocionar y aperturar los negocios gastronómicos, de servicios y variedad comercial que la ciudad de Benidorm necesita", reseñan en el escrito.
De igual forma, afirman que este parking no es incompatible con las prácticas sotenibles que fomenta el Ayuntamiento: "Es una opción que como ciudad debemos y tenemos que contemplar para que en un futuro no muy lejano, sea en vehículo eléctrico, hidrógeno, por combustibles eco o por drones podamos seguir ofreciendo las comodidades necesarias para que la estancia entre nosotros sea lo más amable y cómoda posible, manteniendo nuestros índices elevados de hospitalidad y calidad de vida", concluyen.
