BENIDORM. Optimismo entre los políticos y el profesorado del IES Pere Maria Orts i Bosch de Benidorm. Este miércoles se ha firmado el acta de replanteo de las obras que permiten dar por iniciadas las obras y a poder tachar los días del calendario hasta su finalización. El objetivo, terminar la ampliación del centro en 18 meses después de 16 años de espera. Las casetas de la empresa constructora ya están en parte del parking del instituto y se espera que el grueso de la obra comience una vez finalice el curso.

Así lo ha explicado el conseller de Educación, José Antonio Rovira, quien ha informado que el trabajo más manual y menos molesto es el que comienza ahora, y esperarán al descanso estival para el derribo con maquinaria. La fase de demolición podría durar entre dos y tres meses. Después, prevén que empiece la construcción, conviviendo con las clases del siguiente curso. De momento, la primera máquina hizo su entrada la semana pasada para despejar la zona en la que se han estado colocando las casetas de trabajo para constructora, Vialterra Infraestructuras. El contrato para su ejecución cuenta con un presupuesto de 12.888.556,50 euros, impuestos incluidos, y está dividido en dos anualidades: 8.272.008,67 euros previstos para este 2025 y los 4.616.547,83 euros restantes para 2026, que es cuando se espera que pueda terminar la obra y dar por cerrada esta etapa en el centro.

La intención, dijo el conseller, es que cuando coincida con el periodo lectivo, se causen "las menos molestias" posibles. Unas incomodidades que asumirán en el centro, tal y como expresó el director del instituto, Ignacio Gascón, presente en el acto este miércoles. De igual forma, explicó que se intentarán coordinar con el Ayuntamiento para hacer cambios en la salida por la seguridad de los alumnos. "Y los ruidos ya sabemos lo que es porque ya vivimos la construcción del nuevo edificio. Hasta que no se invente la obra silenciosa y limpia, asumiremos lo que tenga que ser", apostilló. 

Preguntado por los medios de comunicación, el director del IES Pere Maria trasladó que se está viviendo con alegría en el claustro de profesores y remarcando que "por fin" comienza la obra. "Lo acogemos con ganas de tener por fin un instituto en buenas condiciones", después de que en 2009 empezara la obra y nunca se llegara a terminar, fracasando también un intento en 2008 al encontrar problemas en el edificio que después se decidió que había que derribar. "Esperamos que esta vez sea la definitiva y que Benidorm tenga un instituto que se merece y la comunidad educativa", manifestó Gascón, recordando a continuación que los alumnos están estudiando en "condiciones peores" y expresó con optimismo que deje de ser el "instituto de los barracones" para ser "el instituto maravilloso de Benidorm".

El conseller dedicó unas palabras en un libro de firmas del centro en el que incidió en el interés mostrado por el alcalde, Toni Pérez, para retomar las obras hasta su finalización. El primer edil defendió que con la administración autonómica de Carlos Mazón ha actuado de manera más ágil en comparación al gobierno anterior. Así, recordó que el Ayuntamiento propuso incluir en el Plan Edificant la obra sin éxito. Para el alcalde, se trata de un día "histórico" por el reinicio de las obras, augurando un nuevo edificio que va a ser "el más innovador de todo el complejo educativo del Salto del Agua y en toda la Educación Secundaria de la comarca, y además, muy bien distribuido".

Pérez considera que es "admirable el tiempo récord" en el que se ha procedido a la firma del inicio de la obra. De este modo, prevé que se pueda poner en marcha para el curso 2026-27, sabiendo que una vez terminada la obra, comenzará el equipamiento de las aulas. "Solo va a haber un paso más importante que el de hoy", ha continuado, que es el día en el que los alumnos y la comunidad educativa impartan clases "con total normalidad, con todas las garantías de seguridad".

Historia de la ampliación

Como se ha ido relatando, las obras de ampliación comenzaron en 2009, pero se pararon dos años después por problemas económicos de la constructora, que entró en concurso de acreedores y no pudo continuar a pesar de estar al 85%. Desde entonces, se ha intentado retomar las obras en dos ocasiones. La primera fue en 2018, pero no acabó bien. Una vez iniciados los trabajos se tuvieron que interrumpir al encontrar daños en la estructura que aconsejaban la demolición. Todavía con el gobierno anterior, se inició la redacción del proyecto de ejecución del derribo y de la construcción del nuevo aulario. Ya fue con el gobierno del PP cuando se licitaron las obras que dan comienzo ahora. 

La actuación prevista consiste en la demolición del edificio de los años 70 y la eliminación de 22 módulos prefabricados, para después levantar el nuevo en su mismo lugar, ubicado en paralelo a las aulas alzadas en 2009-2010, que también serán objeto de mejora y actualización. En total, la superficie construida será de 11.029 metros cuadrados y la correspondiente a los espacios libres a disposición del alumnado, de 9.063 metros cuadrados. En ella se incluyen zonas de juego de educación secundaria, ajardinamiento, pistas polideportivas, porches y un huerto. 

El nuevo edificio estará compuesto de tres plantas sobre rasante (planta baja más dos alturas), donde se alojarán espacios docentes, servicios generales, servicios higiénicos, espacios administrativos del propio centro y otros que contemplan usos complementarios. El centro estará formado por tres volúmenes: dos grandes cuerpos de edificación en paralelo conectados por pasarelas y el gimnasio preexistente. El centro contará con 20 aulas de Educación Secundaria Obligatoria, ocho aulas de Bachillerato, y 18 para Ciclos Formativos, así como una cafetería y una vivienda para el conserje.

Rovira reseñó que el diseño del nuevo IES “prioriza la eficiencia energética, los materiales saludables y la integración ambiental”. De esta forma, la fachada será de ladrillo caravista con aislamiento térmico y protección solar adaptada a la orientación, los materiales están libres de compuestos tóxicos COVs (compuestos orgánicos volátiles) y se hará uso de madera en interiores para mayor confort acústico. También contará con vegetación perimetral para reducir el impacto climático y crear espacios más saludables.

Críticas de la oposición

Quien no se quiso perder tampoco el acto en el IES Pere Maria este miércoles fue el portavoz adjunto del grupo municipal socialista, Sergi Castillo, que criticó la convocatoria en el centro por parte de los dirigentes del PP. "Desde el Grupo Socialista estamos enormemente satisfechos del inicio de las obras, como no podía ser de otra forma", ha comenzado diciendo. No obstante, ha informado que ha pedido por registro en el Ayuntamiento que se elabore un plan de movilidad por "el peligro que puede suponer estas obras" para los usuarios de los centros.

Además, aseguró que la obra va con "dos años de retraso" e insistió en que el proyecto lo dejó "prácticamente listo el anterior gobierno del Botànic". "El acto de hoy es una vergüenza, es un acto que sobra totalmente", dijo el representante de los socialistas. Para finalizar, pidió explicaciones por la inversión de casi seis millones de euros en el anterior proyecto hace ahora 15 años: "Un dinero que ahora va a ser derruido" con "la demolición de parte de lo que se construyó por culpa de la mala gestión del Partido Popular", al tiempo que exigió responsabilidades a los que estaban en aquella época "como el propio conseller Rovira, que formaba parte del Consell de Francisco Camps" y concluyó considerando que se iba a pagar dos veces por un mismo edificio. 

En la misma línea se ha mostrado Compromís, quienes han recalcado que en 2023 el conseller anunció que las obras arrancarían a finales de ese año o a principios de 2024. Según el diputado autonómico Gerard Fullana, “hoy José Antonio Rovira dice que firma el acta de inicio de obras, unas obras que él mismo anunció que arrancarían hace dos años”. Además, ha añadido que “no hay nada que celebrar porque es un centro que hace muchos años que se tendrían que haber empezado las obras y no empezaron por el lío monumental en la planificación de esta obra por el caso de corrupción de Ciegsa, con planos fantasma que no eran ejecutables. Cuando la Consellería dirigida por Compromís solucionó la situación y las obras estaban a punto para empezar hace dos años ha habido otro retraso inexplicable. Por lo tanto, esta era una deuda indispensable para la comunidad educativa de Benidorm, que se ha retrasado dos años de forma inexplicable por parte del gobierno del PP”.