ALICANTE. Manuel Estévez es un granadino afincado en Alicante que está enamorado de la historia. Con su último ensayo, Granada antigua y el reino nazarí, nos transporta a su ciudad de origen y su fascinante historia. Este último libro, lleno de encanto y con un minucioso trabajo de investigación, lo llevó a cabo tras escribir una novela, La sangre de las azucenas (2010). Así pues, Estévez reconoce que, “es una obra que pasó por un proceso de maduración de varios años”.
“Escribí la novela en 2010, para lo que tuve que reunir mucha documentación. Leí ensayos, novelas, busqué datos en Internet (siempre contrastándolos con los de otras páginas o con libros de historia para que resultaran fiables), fui a varias bibliotecas, donde pedí prestados los libros que necesitaba, vi documentales, películas y hablé con historiadores y expertos en religión musulmana”, comenta el escritor. Tanto trabajo de documentación para escribir una novela podía también servir para redactar un ensayo. “Recuerdo que tenía una especie de dossier encuadernado de unas doscientas páginas con toda la información que había recabado. De ahí tomaba los datos que necesitaba cuando me iban haciendo falta”.
Gracias a ese trabajo de investigación para el libro, le invitaron a impartir una charla, y ahí se dio cuenta que podía contar muchas más cosas. “Más tarde, en 2016, vio la luz La sangre sobre las azucenas, y uno de los actos a los que me llamaron fue para una ponencia en una conferencia organizada por el Grupo Encuentros, del Ayuntamiento de Tres Cantos (Madrid), sobre el reino nazarí. En esa ocasión volví a reunir documentación. Pasado el tiempo organicé en bloques toda la que tenía, la amplié y la llevé a mi terreno, que no es ni más ni menos que la narrativa”, señala
Granada tiene algo que fascina, quien va a esa hermosa ciudad y recorre sus calles se enamora. “Soy granadino y mis materias preferidas desde siempre han sido la geografía, la historia y la literatura”, comenta. “Cuando era pequeño, en E.G.B., me pasaba el año esperando a que llegara el tema de los árabes, porque me fascinaba. Me maravilla todo lo relacionado con el mundo de al-Ándalus”.
Estévez ya tenía una trayectoria antes de este ensayo, en 2008 publicaba su primer libro, El Señor de Gran Capitán, algo que marca mucho. “Fue un libro que tuve que escribir por necesidad, quizá la historia que más me llamaba de todas las que tengo, porque, aunque en él no cuento mi vida, tiene tintes autobiográficos”, comenta Estévez. “Fue una experiencia maravillosa para mí, y a decir verdad nunca pensé que fuera a acabar en los escaparates de las tiendas”. Quizás jamás hubiera visto la luz, y nos hubiéramos perdido una gran escritor de no ser porque alguien descubrió su obra.
“El libro cayó en manos de un amigo escritor muy conocido en Alicante, Manuel Avilés, y me dijo que le había gustado, que tenía calidad suficiente para publicarse. Contacté entonces con la alicantina Editorial Club Universitario (ECU) y no hubo problema para darle vida”, dice, aunque en ese primer libro redujo la crudeza de la historia. “He de confesar que tuve que suavizarlo, porque era una historia muy cruda y dura, no es baladí que se trate de una novela neorealista. Pero al final conté lo que quería contar y salió bastante bien”, zanja.