ALICANTE. Se atisbó en el pleno extraordinario en el que se debatió la propuesta de organización y régimen económico, el pasado 11 de julio. Y se acabó de confirmar este jueves en el primer pleno ordinario del mandato 2019-2023, a partir del intercambio de mensajes que se entabló entre los 29 ediles de la nueva corporación.
En una sesión sin apenas acuerdos de calado que afectasen al devenir de la ciudad -al margen del punto urbanístico sobre la parcela del PAU 2 en la que debe construirse el centro de salud para el barrio-, al menos sí se puso de manifiesto cuál puede ser la estrategia política a seguir por cada bloque en los próximos cuatro años.
El bipartito compuesto por 9 concejales del Partido Popular (PP) y 5 de Ciudadanos (Cs) se esforzó por marcar distancias con Vox en todos aquellos planteamientos en los que fuese posible. En un Ayuntamiento considerado gran ciudad, en el que la mayor parte de las decisiones se adoptan en Junta de Gobierno, la principal dificultad a la que PP y Cs parecen no querer enfrentarse es a que se les encuadre en el mismo saco junto a los representantes municipales del partido de Santiago Abascal.
Así, las tres formaciones (PP, Cs y Vox) votaron juntas para tumbar la propuesta formulada por el PSPV-PSOE para crear una nueva comisión con el fin de reactivar la aplicación de la Ley de Memoria Histórica en Alicante. Pero PP y Cs arguyeron explicaciones distintas respecto a las de Vox sobre el sentido de su voto. Así, el edil de Cultura, Antonio Manresa (Cs), y la portavoz del PP, Mari Carmen de España, explicaron que, a su juicio, el fin de esa propuesta ya se consiguió en el pasado mandato.
El portavoz de Vox, Mario Ortolá, por su parte, calificó la propuesta de sectaria y la equiparó con el totalitarismo. "La memoria es individual, no colectiva, y ninguna institución puede imponerla a nadie", dijo, y añadió que no apoyaría ninguna iniciativa "que conlleve adoctrinamiento".