BENIDORM, (EFE). Las lluvias y tormentas generalizadas durante el pasado mayo han restado 1,9 puntos porcentuales a la ocupación de los hoteles de la capital turística de la Comunitat Valenciana, Benidorm, en comparación al mismo mes de la prepandemia, 2019.

Según los datos de ocupación recogidos en la segunda quincena del pasado mes de mayo por la patronal hotelera Hosbec, el mal tiempo ha penalizado a los destinos de sol y playa, y Benidorm se ha dejado 1,9 puntos en la ocupación hotelera en comparación con los mismos datos de 2019, al pasar de los 83,2 de hace cuatro años a los 81,3 de ahora.

Benidorm ha registrado en la pasada quincena una ocupación del 81,6 por ciento frente al 85,1% de antes de la pandemia, lo que supone 3,5 puntos porcentuales.

Hosbec ha explicado que las condiciones climáticas han pesado especialmente en el turista nacional, que es quien más ha acusado el descenso de pernoctaciones y también “quien puede cancelar reservas con más facilidad”.

Sin embargo, el mercado internacional no sólo no se ha resentido sino que, según apuntan desde Hosbec, el REino Unido vuelve a sus números “sin que el Brexit ni la crisis económica hagan mella”. Concretamente, en Benidorm los británicos han crecido un 3% en número de pernoctaciones respecto a 2019 y suponen ya el 50% del total de la cuota de mercado.

En lo que respecta a la Costa Blanca, la ocupación de la segunda quincena de mayo se sitúa en el 73,7% y, en este caso, los registros mejoran respecto a 2019 quedándose 4,6 puntos por encima. Porcentaje de subida muy similar a la ocupación media de mayo de este año con un 72,9% de camas ocupadas frente al 68,1% de 2019.

De cara al mes de junio las previsiones de Hosbec son optimistas y su presidente, Fede Fuster, prevé que la ocupación se mantendrá en valores similares o superiores a los de 2019 “a la vista de la mejora considerable de la climatología y el repunte de reservas de cara a los fines de semana”.