BENIDORM. Las camareras de piso de Benidorm y Marina Baixa se manifestaron a las puertas del Ayuntamiento de la capital turística este martes para "explicar la incertidumbre" que están viviendo los trabajadores de la hostelería, al tiempo que señalaban haberse sentido "ignorados por las instituciones locales durante mucho tiempo", tal y como relataron en el manifiesto. La convocatoria coincidía con la otra protesta, organizada por las asociaciones vinculadas al turismo. En la de Las Kellys se vieron a representantes de los grupos municipales del PSOE y Cs de Benidorm, mientras que en la de los empresarios estuvieron presentes varios concejales del PP e incluso el alcalde de la ciudad, Toni Pérez.
"También somos parte esencial de lo que significa el corazón de este municipio, el turismo", decían las portavoces de la asociación de limpiadoras. Así, reclamaron que las compañías les otorguen unas "condiciones dignas de trabajo, se cumplan convenios y velen por la salud laboral de las trabajadoras".
Denunciaron la práctica de algunos hoteles con contratos en 'fraude de ley', horas extra sin cobrar, contratos de mes a mes en los servicios externalizados, o por obra y servicio para puestos "que tienen que estar siempre ocupados o contratos abiertos que los cierran cuando coges una baja". Al mismo tiempo, comentaron las luchas históricas que tenían antes de la pandemia y que siguen persistiendo, como cumplir con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales para evitar que las trabajadoras sufran una lesión crónica que se les sigue sin reconocer como derivada de la profesión.
A continuación, hicieron referencia a las consecuencias de la pandemia. Así, aludían a que Benidorm había dejado en una "situación muy complicada" a los empleados del municipio por haber "apostado todo a una sola actividad". Explicaron entonces que desde el 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma y el cierre de alojamientos, "muchas familias tienen que hacer verdaderos malabares para poder vivir en condiciones, pagar sus alquileres o hipotecas".
Por ello, aseguraron que el "modelo no debe funcionar". De este modo, Las Kellys pidieron que se plantearan un destino turístico sostenible "en todos los sentidos socialmente hablando" y criticaron que la patronal hotelera Hosbec se estuviera manifestando al mismo tiempo porque el "el año pasado estos mismos empresarios en el Día del Turismo celebraran sus ganancias en privado, beneficios a costa del trabajo precario", sentenciaron.
Una situación que se habría acuciado con el cierre de los establecimientos debido a la pandemia. "Compañeras eran despedidas por improcedencia, con motivos tan absurdos como que no se adaptaban a las normas de la empresa después de ya meses trabajando en ella", denuncia la asociación de camareras de piso. Las "que trabajaban por Empresas de Trabajo Temporal (ETT) o de multiservicio con contratos de obra y servicio, o contratos de mes a mes se les cerró y a la calle, ya te llamaremos". Otras de ellas, afirman, tuvieron que denunciar al alojamiento por ser fijas discontinuas y no haber sido incluidas en el ERTE.