BENIDORM. Las limpiadoras de hotel, conocidas como 'las kellys' ('las que limpian'), afrontan con preocupación su futuro más cercano. Con la llegada de septiembre, muchos de los empresarios han mostrado su intención de cerrar los establecimientos por la falta de confianza en poder sacar rentabilidad a los meses de invierno. Como consecuencia, muchos de los trabajadores tendrán que ir de nuevo a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Una situación que deja en problemas entre otros, al colectivo de las limpiadoras, sobre todo en zonas como Benidorm y otros municipios turísticos donde tienen difícil reinventarse para evitar el descalabro económico.
La portavoz de la plataforma de 'kellys' en Benidorm y la Marina Baixa, Yolanda García, manifestó a este diario la preocupación con la que ven los próximos meses. Todo ello después de haber pasado un verano en el que muchas compañeras no han llegado ni a salir del ERTE. Hay que tener en cuenta que en la capital de la Costa Blanca hay unos 140 hoteles, de los cuales, han decidido abrir un 60% de las camas. Además, critican que no se haya rebajado el número de habitaciones por trabajador adoptando más medidas de limpieza que antes para seguir el protocolo de actuación para luchar contra la covid.
Ahora, las que han podido volver a su puesto, y las que no, se enfrentan a que su realidad sea que sus ingresos provengan de las ayudas económicas como el ERTE, que ahora será el 50% de su salario y no el 70% como al principio de la pandemia para los que no hayan recuperado en su trabajo. A lo que añade la portavoz del colectivo la posibilidad de solicitar la ayuda familiar, solo para aquellas personas con hijos.