ELCHE. Este viernes el Ayuntamiento ha acogido la Declaración del Baix Vinalopó a favor del trasvase del Tajo-Segura y contra la reducción de los caudales de agua que llegan. Los municipios han firmado un acuerdo en defensa del mismo, aunque tras la reunión del presidente Ximo Puig con la ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera, no son optimistas, ya que consideran que Puig aceptó el marco de las desaladoras defendido por Ribera como alternativa a mantener los actuales caudales. Y que se pretende acabar con el trasvase, al menos para regadío.
"El agua desalada no es alternativa: hay que aplazar el cambio de caudales"
En ese sentido, el presidente de Riegos de Levante, Javier Berenguer, muy crítico, ha señalado que "a pesar de lo que diga, se pretende acabar con el trasvase, al menos para regadío, y quedó patente al decir que era una barbaridad los trasvases a nuestras tierras, así como a Almería y Murcia". Berenguer apunta que no hay agua desalada suficiente para cubrir los trasvases de 80 hm3 como dio a entender la ministra. "Echamos en falta que nuestro presidente aclare la defensa del trasvase; el Gobierno dice que no quiere acabar con él pero obviamente quiere hacerlo".
Añade el presidente de Riegos de Levante que "no basta con decir solo que es irrenunciable. Obviamente no van a tabicarlo ni quitar el agua, pero no vamos a renunciar al agua que se necesita de ese trasvase; tampoco a que nos cambien la palabra 'complementaria' por 'alternativa'. El agua desalinizada tiene que ser un complemento adicional, la desalinizada no será una alternativa al trasvase Tajo-Segura". Opina que el ministerio tiene muy clara la hoja de ruta y no está escuchando a los regantes. "No nos escucha y pretenden subir los caudales ecológicos que tanto nos perjudican, hay que pedir que lo aplacen para que se meta en el próximo periodo de planificación hidrológica, no en este".
