AlicantePlaza

MÚSICA

La historia nunca antes contada sobre las entrañas del FIB

  • Foto: CARLOS PASCUAL

CASTELLÓ. Trabajar en la producción de un gran festival tiene un puntito masoquista y extrañamente adictivo. Es una fiesta… pero de cortisol. A la falta de sueño, el cansancio acumulado y el estrés punzante por los continuos imprevistos, hay que añadir kilómetros diarios de carreras con alforjas -el walkie, el móvil y los papelorios, siempre en ristre- y el peaje de lidiar con demasiados egos inflados.

Después de meses de planificación minuciosa en una oficina con aire acondicionado, la realidad se impone sin clemencia cuando llega la hora de la acción. Un artista pierde el avión; otro llega a tiempo al recinto, pero amenaza con no tocar porque no se le ha concedido un capricho absurdo (o porque esa mañana ha encontrado una mosca en la sopa, o porque cuando era pequeño su mamá no le quería… vete tú a saber). Puede que caiga un diluvio universal, se lleve medio escenario por delante y haya que organizar un plan de evacuación de urgencia. El principal reto para los que toman las decisiones al otro lado de las trincheras -los “alcaldes” de esa microciudad efímera de carpas, señalética plastificada y oficinas con mobiliario funcional que todos conocemos como backstage- es mantener la cabeza fría, demostrar liderazgo y tratar de que al otro lado de la valla todo siga su curso y el público disfrute ajeno a los problemas internos.

Claro está que no todo el mundo sirve para este cometido. Por eso, el mercado de los trabajadores cualificados y con experiencia en este tipo de eventos está muy cotizado. Joan Vich empezó a trabajar en el FIB en 1995 como camarero, y se despidió de él en 2019 siendo codirector. En este periodo de 25 años ejerció también las funciones de coordinador de la zona de prensa y responsable de contratación de artistas. Fue la progresión natural de una persona con un alto sentido de la responsabilidad, capacidad de decisión y, sobre todo, un talento especial para mantener la calma en situaciones extremas. “Creo que eso era lo único que hacía bien DE VERDAD”, nos dice este mallorquín, que a su vez es cofundador de la agencia de management Ground Control, coordinador de conferencias del Monkey Week y cronista musical.

Recibe toda la actualidad
Alicante Plaza

Recibe toda la actualidad de Alicante Plaza en tu correo