La búsqueda, atracción y fidelización del talento se ha convertido en uno de los grandes retos de las empresas, sobre todo de aquellas que lideran un mercado o aspiran a hacerlo. Las habilidades y competencias de los profesionales cada vez tienen un mayor peso en la buena marcha de los negocios y contar con los adecuados y, si es posible, los mejores no resulta sencillo en el actual entorno de déficit de talento.
El mercado de trabajo está experimentando cambios profundos que exigen una aproximación diferente al talento. Los profesionales están más abiertos que nunca al cambio, a lanzarse a por nuevos retos. A su vez, los trabajos o las tareas evolucionan también más rápido que nunca, empujadas por la innovación y la competitividad. La formalización y actualización de los profesionales se abre paso entre las necesidades de las empresas, pero no sólo para los empleados propios, sino también para que los recién contratados reciban de forma adecuada los conocimientos para desarrollar con éxito su nuevo cometido.
El salario sigue teniendo un peso fundamental a la hora de atraer y fidelizar el talento, pero otros elementos están ganando protagonismo en los últimos años. El llamado suelo emocional es un intangible cada vez más valorado por los empleados, especialmente tras la pandemia del Covid-19. Medidas que permitan la conciliación del trabajo con la vida personal son cada vez más valoradas por los empleados, así como otras destinadas a potenciar su bienestar. De ahí surge la potenciación del teletrabajo, una mayor flexibilidad de las jornadas laborales o la puesta en marcha de actividades que favorezcan el cuidado físico y emocional de los trabajadores.
Los cambios llegan, incluso, hasta las oficinas corporativas. Las empresas están apostando en la medida de la posible por espacios céntricos de las ciudades, bien comunicados y con una amplia gama de servicios, para enriquecer la experiencia laboral del empleado. Ya dentro de las oficinas, los espacios han sido rediseñados para crear entornos más amables, con mayores salas para el trabajo colaborativo, de manera que la jornada laboral en la oficina corporativa aporte un mayor valor al profesional.