ALICANTE. Ni compra, ni alquiler. La operación para convertir el edificio Generali de Alicante en un hotel de cinco estrellas concluye sin resultado. La cadena One Shot, de la familia Solís Tello, da un paso atrás y abandona su pretensión de asumir el arrendamiento del inmueble, sin alcanzar un acuerdo con sus propietarios, después de acumular varios aplazamientos para tratar de cerrar el contrato.

La ruptura de las negociaciones se precipitó finalmente hace cerca de un mes, pese a que la cadena había mostrado su interés por impulsar el proyecto al margen del fondo Nazca Capital, con quien se había concertado inicialmente un compromiso de compra en un movimiento a tres bandas. Como informó este diario, en virtud de ese compromiso, el fondo asumía el coste de adquisición del Generali por una cifra próxima a los 8 millones de euros, y One Shot se hacía cargo de su explotación como establecimiento de lujo, situado en pleno centro de la capital.

El de Alicante iba a convertirse, de hecho, en el noveno de los hoteles boutique que la cadena ha ido inaugurando a partir del año 2013 en algunas de las principales ciudades españolas. Así, dispone de tres establecimientos en Madrid, otros tres en València, uno en San Sebastián y otro en Sevilla: su última apertura hasta ahora, registrada en 2018. Al margen de su proyecto sobre el Generali, la cadena también ha anunciado planes para implantarse en Barcelona y Bilbao.

No obstante, su aterrizaje en Alicante ha quedado descartado. Al menos, por el momento. Los gestores de la cadena se retiraron de la operación menos de dos meses después de que trascendiese la marcha del fondo que ejercía como socio inversor (Nazca entró a formar parte del accionariado de One Shot en 2019) y que respaldaba la compra. Todo, en contexto marcado por la incertidumbre en el sector turístico como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus.