ALICANTE. Grietas, goteras, humedades, malos olores o falta de espacio. Esas son solo algunas de las incomodidades que sufren a diario los más de setecientos estudiantes y los setenta miembros del personal docente de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante (EASDA), quienes trabajan en unas instalaciones que han sido declaradas en 'ruina técnica'. Dos edificios prefabricados, de los cuales uno de ellos finalizó su vida útil hace más de veinte años y que se ubican en la calle Clot, una zona aislada, a las afueras de la ciudad, donde han proliferado los vertederos ilegales en los que a menudo se abandonan enseres y escombros.
Pero esa situación no es casual, ni es nueva. La dirección de la escuela viene denunciándolo desde hace años, poniéndose en contacto con todas las administraciones. Siempre sin éxito, claro. "Hemos recibido disposición y buenas palabras, pero seguimos igual que siempre", afirma José Francisco Martínez, director del centro.
Durante el curso 2016/2017, la inspección educativa de la conselleria de Educación solicitó a la dirección de la escuela un informe sobre sus necesidades. Documento en el que se especificaron todas las carencias técnicas, la falta de espacio, de profesorado, de personal no docente y de otros medios. Aun así, siguen sin respuesta y, por tanto, sin un proyecto firme que les haga ver la luz al final del túnel. "Esta situación nos ha llevado a rechazar un gran número de solicitudes de inscripción de nuevos estudiantes", asegura Ana González, vicedirectora.