Si hay alguna circunstancia que se haya puesto en evidencia en esta crisis del Coronavirus, es que la cadena de valor agroalimentaria ha demostrado ser crítica en estos momentos, fundamentalmente por su papel de suministrador del producto básico que son los alimentos.
En estos días hemos vuelto nuestra mirada hacia este sector que teníamos olvidado, y hemos podido agradecer que la inmensa mayoría de los alimentos que consumimos, provengan de empresas de nuestro país, de manera que el suministro de todo tipo de alimentos no se ha visto interrumpido en ningún momento.
Ha sido de los pocos sectores donde las restricciones económicas apenas se han percibido, ya que en la mayoría de las empresas, dicha actividad se ha mantenido e incluso en muchos casos, se ha incrementado, permitiendo que sus empleados pudieran seguir trabajando y no viéndose afectados por ningún ajuste de plantilla.
Y a todo ello, hay que añadir el extraordinario nivel de competitividad que muestra este sector en España, y especialmente durante los últimos años, solo hay que ver como ha evolucionado la balanza comercial exterior del sector, colocándose como el sector que más aporta a nivel de saldo comercial del país, por encima de sectores tan destacados como el automovilístico: