¡Al abordaje! Hay que impedir como sea que el botín, los ciento cuarenta mil euros de los Fondos Europeos caigan en manos de Pedro Sánchez. El fango y crispación de la feroz batalla naval de Madrid se irradia por la columna vertebral de toda España. Infectada por los bots de las redes y en, especial, por los sacrosantos medios tradicionales que han vuelto al periodismo de trinchera. Las elecciones Midterm de la capital -solo para dos años- son un simple y primer ensayo para tirar al rojerío usurpador y separatista de la Moncloa. Y a Pablo Casado del liderazgo de la derecha racial española. Federico Jiménez Losantos ya ha declarado a quien votará el 4 de mayo. Los pulpos cambian de color al dormir. Y sueñan.
Díaz Ayuso con un aire cada vez así más a lo Isabel II, baila más allá del bien y del mal en su jaula dorada. Toni Cantó actúa extasiado, adulando sin complejos ni vergüenza a su penúltima Madonna. Miguel Bosé es el nuevo profeta afónico de la derecha. MAR es el DJ. Aznar hace caja. Santiago Abascal, el portero que, atento al auricular, discrimina quien puede disfrutar de la fiesta. El horizonte celestial de la campaña que hoy arranca está nítidamente mesopotámico a lo Rocío Monasterio, una atmósfera irrespirable de cabaré de los veinte del siglo pasado cargada de mucha cocaína, líquidos venenosos y miradas perdidas. Disturbios en LA. No hace falta levantar las manos. Disparo a bocajarro.
Mónica Oltra abraza a Ximo Puig. Un ovni en forma de pirámide cruza la palabra Einstein. Después vacunación. Y otra: financiación. Encapsulando conflictos, olvidando agravios y sintonizando las agendas ante un posible adelanto electoral, la pareja de enamorados que representa el corazón del Botànic se dan otra oportunidad. Rubén Martínez Dalmau asiste de obispo oficiante. Pilar Lima sigue sin cuajar. Reaparece en forma Manolo Mata. El partido Comunista Cubano despide a Raúl Castro. Gustavo Dudamel, nuevo director de la Orquesta de París. Nos deja Helen McCrory, 52, la Tía Polly de Peaky Blinders.
La verdad es que a uno le gustaría ser enterrado con la solemnidad magnificencia, y la contención en el Land Rover de Felipe de Edimburgo. Quique Dacosta inaugura el Oriental Ritz Madrid -tres horas y un taxi- con cinco espacios diferentes. Cualquiera de sus menús explican el concepto aspiradora de la capital que pregona XP. Está quedando un Ramadán deslucido.
Vuelve Lula en Brasil. Sevilla, sin Feria Taurina por segundo año. Antonio Banderas estrena se jet privado de 4,5 millones de euros. Joe Biden se despliega. Francisco Brines está disfrutando de la gloria del Parnaso en vida. Cosa extraordinaria en el País Valencià. Y en España en general. Toda Oliva anda directamente empalmada ante una más que probable visita de Felipe VI y su esposa Letizia Ortiz. Que seguramente repetirá Roberto Torretta. Amén.
Queda reinaugurada solemnemente la batalla de agua. Con la diferencia de que la iniciativa esta vez corre a cargo de un President de la Generalitat Valenciana que es un rojo. Ya la semana pasada los diputados socialistas murcianos y alicantinos se reunieron adelantándose a cualquier maniobra victimista. Roger Llanes, secretario autonómico de Agricultura, lo dejó claro. Su consellera Mireia Mollà -de los Mollà d’Elx de toda la vida- está cada vez más perdida. Ya no estamos en tiempos de paellas gigantes, más división, pérdida de energía y sequía amoral. Brad Pitt fotografiado en silla de ruedas. Joder. Todo ya fue ayer.
