VALÈNCIA (EP). El vicepresidente segundo y conseller para la Recuperación Económica y Social, Francisco José Gan Pampols, ha apostado por incorporar la innovación tecnológica y las soluciones de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) a los retos económicos y sociales que plantea la recuperación de la Comunitat Valenciana.
Así se ha manifestado tras su visita al centro tecnológico ITI, especializado en Inteligencia Artificial y sistemas, donde ha estado acompañado por el director de REDIT, Gonzalo Belenguer; la directora gerente, Laura Olcina; el vicepresidente, José Manuel Alcayna; el director científico, José Bernabeu; y el subdirector, Miguel Fuster, según ha indicado la administración autonómica y el centro en sendos comunicados.
El vicepresidente ha resaltado que la reactivación económica y la innovación "son inseparables" y que las aportaciones de los centros tecnológicos serán "fundamentales para impulsar un nuevo modelo de generación de tejido productivo de alto valor añadido" que permita la plena recuperación de la Comunitat Valenciana.
El vicepresidente ha reconocido la labor de ITI durante sus 30 años de trayectoria especializada, dedicada a la aplicación de la I+D a las necesidades y problemáticas reales de las empresas para mejorar la competitividad industrial.
Se ha interesado por el trabajo del centro para acercar las tecnologías avanzadas a las pymes y las administraciones públicas valencianas, para lo que cuenta con recursos propios y con otros procedentes de fondos europeos, de la Generalitat y del Gobierno central.
Tecnologías punteras
En este sentido, expertos de ITI han explicado a Gan Pampols las tecnologías punteras en las que están trabajando y aplicando en distintos sectores, como la Línea de Inteligencia Artificial aplicada al sonido.
Han apuntado que la audición por computador ha estado limitada por la falta de bases de datos sonoras debidamente etiquetadas, lo que dificulta entrenar modelos de IA para extraer información de los sonidos. Por ello, uno de los principales objetivos es construir una base de datos que permita mejorar estos sistemas.
Los modelos de IA, entrenados con datos debidamente etiquetados, albergan un "gran potencial" en el sector industrial, por ejemplo, en un entorno portuario y han destacado que la tecnología se puede extrapolar a otros sectores, ya que su función principal es la de convertir los sonidos captados a kilómetros de distancia en información de valor que pueda ser utilizada para tomar decisiones estratégicas o de relevancia, como una catástrofe.
Importancia en catástrofes
Otra línea de investigación de ITI es la Ciberconectividad. El apagón del 28 de abril ha demostrado la importancia de adoptar soluciones tecnológicas, que garanticen la seguridad de los sistemas y la disponibilidad de servicios esenciales, como las infraestructuras de 5G privadas.
Así, una de las líneas de actuación de ITI consiste en transformar la robótica industrial en el marco de la Industria 4.0, mediante 5G privada de ultra baja latencia y computación en el Edge, permitiendo el control remoto de robots móviles.
Esto permite procesar los datos cerca del lugar donde se generan, en lugar de enviarlos a un centro de datos o a la nube. El resultado son aplicaciones "más rápidas y eficientes", ya que reduce la latencia y el uso de ancho de banda. Han señalado que es "especialmente útil" en situaciones donde la velocidad y la respuesta en tiempo real son "cruciales", como es el caso de la industria.
Igualmente, han indicado que la tecnología 5G también tiene un "gran potencial" como solución para los momentos en los que se esté produciendo una catástrofe. ITI ha destacado que explora el potencial del 5G en situaciones críticas para resolver problemas de conectividad del personal de emergencia y facilitar el reconocimiento con drones.
Al respecto, han detallado que, tras conversaciones con la Unidad Militar de Emergencias (UME), se está estudiando la posibilidad de ampliar el concepto de "burbuja táctica" a través de un sistema aéreo o aerostático, capaz de dotar de cobertura a una zona mucho más amplia de trabajo de lo que ofrecen las soluciones actuales de despliegue rápido. Esto permitiría a los efectivos que estén trabajando durante una catástrofe a mantener la comunicación entre ellos, aunque las infraestructuras hayan caído.