VALÈNCIA. La digitalización avanza con fuerza en el sector deportivo y el pádel empieza a incorporar soluciones que buscan profesionalizar su gestión interna. Ballify, startup creada hace dos años en Sevilla y dirigida por el malagueño Raúl Chamizo, se ha especializado en automatizar la organización de clases y la comunicación entre escuelas y alumnos partiendo de los dos grandes aliados de entrenadores y centros: el WhatsApp y las hojas de Excel.
Chamizo, entrenador de pádel, identificó el problema durante su día a día: la cantidad de mensajes, cancelaciones y cambios que un técnico debe procesar cada semana. En el Sevilla Startup Weekend desarrolló una primera idea vinculada a una máquina lanzapelotas, pero su Trabajo de Fin de Grado le permitió analizar decenas de escuelas deportivas en España y Europa y confirmar que el verdadero cuello de botella estaba en la gestión. A partir de ahí, se unió a un desarrollador con experiencia en compañías como BBVA y Mapfre, con quien inició el desarrollo de un sistema que automatiza procesos utilizando herramientas que el sector ya emplea de forma natural.
El producto combina una web para las escuelas y un sistema de comunicación basado en WhatsApp para los alumnos. Los centros configuran su calendario anual, registran a todos los jugadores y crean sus clases. Cuando se acerca cada sesión, los alumnos reciben automáticamente un mensaje para confirmar o liberar su plaza. Si alguien no asiste, el hueco se ofrece de forma inmediata al resto de compañeros, lo que mejora la ocupación y agiliza la logística sin necesidad de que los usuarios descarguen aplicaciones adicionales.
Ballify opera ya en 13 escuelas, con estructuras que varían desde entrenadores independientes hasta centros que gestionan entre 200 y 300 clases mensuales, e incluso algunos con picos de 700. Una de las academias que ha incorporado la herramienta es la del técnico Rodri Ovide, referente del pádel profesional que entrena a jugadores como Gemma Triay, y cuyos volúmenes y ritmos de trabajo requieren sistemas más eficientes para coordinar horarios y alumnos.
El modelo de negocio se basa en una suscripción mensual, a la que la compañía añadirá módulos de pago para facilitar la tramitación de cobros y el seguimiento de metodologías. La idea es que las escuelas puedan estructurar progresiones, niveles y contenidos adaptados a sus necesidades. Chamizo explica que Ballify quiere posicionarse como un complemento especializado para escuelas, sin competir con plataformas más generalistas como Playtomic. "Nuestra misión siempre ha sido mejorar el funcionamiento de las escuelas, no entrar en la parte de clubes", reconoce.
La captación de clientes ha sido hasta ahora principalmente directa, a través del contacto con entrenadores y centros. Su llegada a la Comunitat Valenciana para participar en Lanzadera se gestó tras pasar por un programa de la EOI, donde les recomendaron integrarse en el ecosistema innovador local. "Aquí encuentras gente experta que te ayuda; a veces, con una conversación te resuelven un problema en el que llevabas meses", señala Chamizo.
De cara a 2025, Ballify tiene dos objetivos prioritarios: ganar volumen y ampliar el equipo. Con ello espera consolidar su tecnología como estándar para escuelas de pádel que buscan profesionalizar su funcionamiento en un sector que continúa creciendo tanto en España como en otros mercados europeos.