BENIDORM. Habrá que esperar al turismo. Según los cálculos del presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Benidorm (Abreca), Javier del Castillo, solo un 20-25% de los establecimientos de la localidad abrieron el primer día que les permitió la Generalitat, eso sí, solo para atender en terrazas. El empresario considera que hasta que no haya una apertura al turismo de la Comunitat Valenciana, no podrán recobrar la normalidad en la ciudad.

Según los datos de Turisme Comunitat Valenciana, Benidorm es la segunda población que más restaurantes tiene en la provincia de la Costa Blanca, con 632 establecimientos. Solo es superado por la capital (964) y está por encima de grandes urbes con más residentes, como Elche (390), que tiene tres veces más de empadronados.

Con una población de 70.000 habitantes, el empresario señala que la localidad tiene un número de locales de hostelería para atender la demanda de medio millón de habitantes. Una cifra que se asemeja a la que pueden llegar a tener en verano con todos los alojamientos llenos y la población flotante. Pero ahora está muy alejado de la realidad de Benidorm en pandemia y con cierre perimetral. Por ello, la reapertura de los bares con terraza este lunes ha sido algo anecdótico en la ciudad, que se concentró principalmente en las zonas más residenciales, según explicó Javier del Castillo.

Después de un mes, este fin de semana será el primero que dejen salir y entrar a Benidorm desde cualquier punto de la Comunitat. Sin embargo, tampoco esperan que esto vaya a suponer un gran cambio ni que les empuje para abrir sus negocios a partir del sábado, no les renta.

El hostelero explicó a este diario que el perfil de bar que está abriendo sus puertas son aquellos familiares, que no tienen que contratar a nadie para ponerlo en marcha. Además, están descartados todos aquellos que no tienen terraza o que tienen permitidas pocas mesas y sea inviable abrir para tan poco cliente potencial. Así, Del Castillo destacó que están a la espera de que se pueda ampliar el horario de apertura y la admisión de clientes en el interior para que empiece a ser un poco más rentable para los establecimientos más grandes.